Alexandra Jiménez. Isak Férriz. Bruno Sevilla. María Ribera. Miki Esparbé
Las reuniones catárticas de amigos, se han convertido casi en un género cinematográfico con entidad propia.
Las hay mejores y peores, como todo, pero personalmente me causan cierto repelús aquellas que tienen el matiz de ajuste de cuentas ( en este sentido, creo que After de Alberto Rodríguez roza para mi el sumun ). No creo en esa nostalgia estéril y vengativa.
Los personajes de Las Distancias podrían fácilmente escorarse hacia ese lado.
Tres amigos de la universidad, acompañados de la novia de uno de ellos, se presentan de visita sorpresa en la casa del cuarto del grupo, ahora viviendo en Berlín.
Pronto nos dan las claves para comprender que el tiempo no ha transcurrido para todos de la misma manera, que el fantasma de la crisis y de los sueños no cumplidos, se ha colado en el grupo.
Si ha hecho unimos una cámara realista y sin artificios y unas interpretaciones ( excelentes las cinco, eso sí ) minuciosas, me asusto, y por un momento pienso que ya estamos en territorio conocido....
Pero el miedo dura poco.
Las Distancias no es lo de siempre aunque pueda compartir códigos.
¿Porqué?.
Pues fundamentalmente porque la película está fantásticamente escrita, desarrollando una trama original y sorprendente que, por momentos, puede verse incluso con un toque cercano al surrealismo.
Aunque los sucesos comienzan a ocurrir al poco de empezar, no quiero desvelar nada ( ya lo ha hecho alguna crítica ), me parece que los diferentes sucesos que se van presentando, consiguen siempre sorprendernos a pesar de que , como ya he dicho antes, no existen efectismo y aparecen con total naturalidad. La información, muy medida, se nos dosifica casi como en un thriller, generando una tensión constante, un interés absoluto por lo que va a ocurrir.
Lo dicho: Las Distancias está escrita sin titubeos y con mucha inteligencia. Es de esos guiones que me habría gustado escribir.
Un cine capaz de demostrar que desde el cine de texto, desde el arte de contar historias, sólo hace falta talento y compromiso para poner en pie una obra tan singular como atractivo, y por supuesto conseguida.
Público
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