TEATRO: EL TRATAMIENTO de Pablo Remón















Director.-
Pablo Remón.
Intérpretes.-
Francesco Carril. Barbara Lennie. Francisco Reyes. Emilio Tomé. Ana Alonso.

Es gracioso: salgo de El Tratamiento con la sensación de haber asistido a algo nuevo, refrescante, joven. Con el buen rollo positivo que generan algunas obras.
Y, sin embargo, en un análisis posterior, me doy cuenta de que en este texto, trepidante, poético, divertido, hilarante incluso, hay muchos lugares comunes identificables en el género de la comedia más tradicional.
Comenzamos en un nivel alto de parodia ( con mucho de autoparodia sobre un protagonista que tiene bastante de Woody Allen ), cuando podríamos alcanzar el exceso, el autor muta con total fluidez hacia lo romántico, tiñendo todo con una ligera poesía que no renuncia al humor sino que lo vuelve más sutil.
Tenemos, ya lo he dicho, mucho humor, pero también esa tristeza del corazón, que aparece sin dramatismos y que casa tan bien con la ingenuidad y la ternura.
Como se ve, poco nuevo, y sin embargo.....
Por cierto, no he hablado del tema: un guionista que hace ya mucho tiempo vive al límite de lo soportable, consigue colocar un tratamiento suyo en manos de un director y una productora de éxito, capaces de las mayores atrocidades creativas en búsqueda de la taquilla. Aceptar o no los cambios propuestos, será el dilema con el que Martín, el protagonista, deba de enfrentarse.En el transcurso de esta odisea, volverá a encontrarse con un antiguo amor.
Posiblemente uno de los factores del éxito que está teniendo esta obra sea que está fantásticamente escrita y que consigue equilibrar a la perfección el ritmo trepidante de la screwball comedy con la reflexión y la duda sobre nuestra existencia.
Para ello, a pesar de ser "muy teatro" e incluso "muy cine", el texto tiene un desarrollo casi de novela que le permite extenderse en el tiempo e incluso en los niveles interiores de sus personajes, así como desde el público tengamos la gozosa sensación de que "nos están contando algo" ( no sé si me explico, pero para mi es una sensación muy agradable ).
Otro de los factores es sin duda la producción.
Desde un inicio casi de teatro independiente , que luego se descubre mucho más elaborado, asistimos al desarrollo de un teatro artesano y creado ante nuestros ojos, tremendamente ágil y creativo, lleno de hallazgos.
Pero el factor determinante , el que suma a todos los anteriores y los multiplica, es sobre todo el quinteto interpretativo. Un grupo de actores mutable y flexible que navega por una colección variopinta de personajes siendo capaces ante nuestros ojos, de ser todos ellos. No conocía a Carril, el más protagonista , el único que sólo defiende un carácter, lo hace con complejidad y humor. Barbara Lennie ya es , desde hace tiempo, garantía de perfección y matices. También lo son Alonso y Tomé. Pero me cuesta, dentro de la genialidad del conjunto, no destacar, seguro que injustamente,.a Francisco Reyes, único en todas sus participaciones.
El Tratamiento es una comedia, muy buena y hasta cierto punto tradicional y, sobre todo muy divertida. Pero también hay un subtexto que daría para mucho.
Y sobre todo es teatro, muy buen teatro, al que ya nos tienen acostumbrados los valientes del Teatro Pavón Kamikaze.

Público
       

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