CINE: ISLA DE PERROS de Wes Anderson

USA. 2018
Animación.
Con las voces de:
Bryan Cranston. Koyu Rankin. Edward Norton. Bob Balaban. Bill Murray. Jeff Goldblum. Greta Gerwig. Scarlet Johansson.

Disfrute.
Gozo.
Posiblemente haya más palabras para contar lo que he sentido ante el visionado de Isla de Perros.
Por supuesto fascinación, sorpresa, en lo que se refiere a su estética.
Ternura, ilusión, simpatía, sentimientos que me generan sus protagonistas.
Vayamos por partes, estoy tan enganchado a esta película que he visto esta tarde que si no pongo orden, puede quedar todo confuso.
Nos encontramos en un futuro Japón.
Los perros se han convertido, a través de la manipulación de un gobierno corrupto, en una plaga a ser erradicada. Para ello, todos los canes han sido trasladados a un lugar inmundo,, la Isla Basura, un inmenso vertedero donde sobreviven como pueden.
Cuando un niño decide acudir allí a buscar a su mascota, las cosas empiezan a cambiar.
Y a partir de ahí, la aventura de sus protagonistas, será una continua y maravillosa sucesión de hallazgos brillantes que en ningún momento nos dejan de apasionar.
El hecho de que nos encontremos ante una cinta de animación, puede todavía hacer pensar en una propuesta de cine infantil. No es que sea yo quien quiera privar a los más pequeños de disfrutar de esta joya. Pero lo cierto es que el argumento y el modelo narrativo compone una muy sofisticada estructura que rebosa inteligencia. Se puede quizás hacer una lectura más simple, y seguramente seguirá siendo muy rica, pero en el caso de los mayores vamos a encontrar multitud de referencias empapadas de humor.
Ahora vamos a la estética.
Sin duda, aunque hoy día la tecnología lo pueda todo, una de las bondades del cine de animación es poder crear cualquier escenario imaginable.
Pero puede hacerse bien o no.
En este caso, y gracias a ser un homenaje al cine japonés y, en general a ese país y a su cultura, utiliza ese exotismo para crear un entorno brillante, extravagante, hermoso, en crecimiento continuado. Sólo sentarse a contemplar los paisajes que nos proponen, con una caligrafía muy geométrica, sería razón más que suficiente para pasar dos horas sentado en la butaca.
Pero están los personajes.
Esos héroes caninos de los que es imposible creer que no sean humanos. No me refiero a las voces ( ver en v.o. recomendación ) con lo que grandes actores nos muestran de lo que son capaces incluso sin mostrar el rostro. Me refiero a los gestos, las miradas, su lenguaje corporal....
Tengámoslo claro: esto es magia.
Porque una de las cosas de las que estoy seguro es de que cualquiera que se haya embarcado en este proyecto es alguien que ama el cine, y que entiende por tanto lo que el séptimo arte puede hacer con la realidad.
Wes Anderson es sin duda un director con un lenguaje particular, capacidad de crear sus propios mundos y un fondo de ingenuidad e ilusión. Muchas de sus películas con personajes reales parecen tebeos. Adoro varias, posiblemente la que más me guste sea Moonrise Kingdom,. En cualquier caso, decía al inicio de este comentario, que había disfrutado mucho de Isla de Perros, pero lo cierto es que si miro atrás, recuerdo que he disfrutado muchas veces con su cine.
Isla de Perros es una obra maestra.
Pero sobre todo, lo más importante, he salido del cine más feliz de lo que entré.
Pocas veces he hecho recomendaciones tan contundentes.

Público

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