CINE: THE PARTY de Sally Potter

UK 2017
Kristin Scott Thomas. Timothy Spall. Patricia Clarckson. Brruno Ganz. Cherry Jones. Emily Mortimer. Cillian Murphy

El planteamiento no es nuevo:
Con motivo de una celebración ( en este caso de tipo político, la victoria en la elección a un cargo de Ministra ), se reúnen un grupo de amigos de antaño. Largo tiempo conocidos implica a veces también muchos silencios, y poco más que un pequeño detonante para que todo salte por los aires y un elegante ágape se convierta en una pelea de fieras.
Tampoco es nuevo la posible estereotipación ( no sé si existe la palabra, el subrayado rojo de mi ordenador dice que no, pero se entiende ) de los personajes: el sabio, la fría, la amiga frívola, la niña rubia ( no por color de pelo, claro ), el extraño, etc.
Es decir, en The Party, Sally Potter recurre a material usado.
Pues bien , ¿ y que puede llevar a una directora vinculada a la creación artística a hacer algo que pueda sonar a conocido? ¿ y porque rodarla en blanco y negro?.
Creo que la respuesta es única, The Party es casi una instalación homenaje, un arranque de nostalgia con el que su autora agradece a aquellos dramaturgos de antaño ( capitaneados por Harold Pinter ) su creatividad y su furia. Ellos consiguieron en su momento cambiar la forma de percibir el arte y, posiblemente, la utilidad de la misma. También es cierto que sus postulados podrían haberse quedado obsoletos , pero les debemos mucho de lo que se edificó después. No fue algo sólo británico, también otros autores como Albee en América; era una forma de desnudarse con furia frente a la posible verguenza.
Hay dos matices que le otorgan personalidad a esta obra, quizás atípica en nuestro tiempo. Por un lado, Potter, fiel hasta el final, mantiene la relación del desengaño, algo bastante habitual en este tipo de obras. El tiempo nos ha convertido en lo que somos y no en lo que algún día pensábamos que deberíamos llegar a ser. En este sentido, la película no es sólo un ejercicio, o, además de, va más allá, marcándose un objetivo interior.
Por otro, y creo que mucho más importante, la trascendencia se ha cambiado por humor. Un humor que, por otro lado, nos acerca en muchos momentos al límite del absurdo, algo que singulariza aun más la propuesta.
The Party es corta, una hora y diez, precisa y coherente. Una obra muy interesante en su función, repito, de rememoración, no lejos ( aunque parezca increíble ) de otras propuestas tan diferentes como La La Land o The Artist.
Pero por supuesto, como lo eran también las obras a las que parece homenajear , es un excelente ejercicio de reflexión.

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