CINE: TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS de Martin McDonagh

USA 2017
Frances Mc Domart. San Rockwell. Woody Harrelson.

Pasaba al final de Furia, la fantástica película de Fritz Lang. Cuando todos aquellos que habían intentado un linchamiento y eran desenmascarados gracias a una grabación que desconocían y que se hace pública en el juicio, a todos nos subía la adrenalina con infinita satisfacción.
Ahora, y salvando las distancias, cuando la madre protagonista de Tres anuncios en las afueras cuelga los tres reclamos recordando la falta de respuesta ante el asesinato de su hija, de nuevo nos regodeamos satisfechos.
A todos nos gusta la venganza, lamentablemente.
Lo que ocurre en esta es que, mientras que en la película de Lang la venganza era el final, aquí es el principio, lo que conlleva consecuencias a su alrededor.
Personalmente, y ya entramos de lleno en el desarrollo de la trama, cuando esas consecuencias afectan o sirven para mostrarnos el entorno, esa ciudad pueblo de los Estados Unidos, perdida en ninguna parte, esos pueblerinos guardianes de los peores instintos machistas, me gustan, disfruto la frescura y la ironía con la que se cuenta.
Sin embargo, cuando la cinta convierte al personaje de la madre en una mujer capaz de aquello de lo que probablemente es difícil creer que nunca sea capaz, me gusta menos. Entre otras cosas porque creo que el autor se aprovecha de lo fácil que es hacer que el público se identifique con el personaje.
Comprendo por otro lado, que es una cinta sobre la ira, pero no por ello deja de helarme el corazón ese final absolutamente retrogrado al que salva, gracias, la última frase.
En general está muy bien escrita y narrativamente es muy ligera, está muy bien construida.
A Mc Donagh le debemos algunas de las mejores obras teatrales de las últimas décadas, en concreto adoro El hombre almohada pero en general siempre me gusta su extrañamiento, su paseo cercano a la locura y al absurdo.
Quizás sea esa deriva poco común lo que ha convertido esta película en una sorpresa para mucha gente. Yo personalmente creo que ese absurdo encaja mejor en la abstracción de una sala de teatro que en un entorno tan bien dibujado con una visión tan realista.
En cualquier caso, no quiero llevar a equívocos: Tres anuncios en las afueras es una película muy buena a la que quizás no le sienten bien las expectativas creadas.
Incluso puede verse sólo como una comedia.
Y, que coño, a todos nos ha apetecido buscar la justicia por nuestra mano más de una vez.

Público

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