CUANDO UN PREMIO ES JUSTO: KAMIKAZE

Hay premios de todo tipo.
Algunos nos sorprenden , aunque la sorpresa puede ser opuesta, positiva o negativa.
Otros nos extrañan , nos molestan, nos pueden llegar a enfadar.
Asumiendo la subjetividad de toda valoración, lo mejor es cuando un premio nos alegra, no sólo porque nos parece justo sino porque apreciamos personalmente a los premiados, aunque, como en este caso, no tenga el placer de conocerlos.
Se ha otorgado el Premio Nacional de Teatro a Kamikaze.
Una panda de soñadores que emprendieron un arriesgado proyecto personal, con local incorporado, donde la experimentación convive con el clásico, donde se recuperan delicias como el Teatro al Oído y se nos acercan textos como La voz humana, al tiempo que se estrenan propuestas tan interesantes como Idiota.
Miguel, Israel, Aitor, personas que podían haber seguido triunfando en sus profesiones, con éxito, sin la necesidad de meterse en algo que debía de ser tan marciano para ellos como convertirse en empresarios.... pues también lo han hecho bien.
Personas que entienden que el respeto no convierte algo en sagrado, y por eso con respeto se puede manipular Antígona o Hamlet o El Misántropo, para hacerlo más cercano.
Personas, en definitiva, con quien me une su amor al teatro.
A la Compañía Kamikaze la admiro, le estoy agradecido, y le deseo una larga vida.
Un premio feliz.
Enhorabuena¡

Público     

Comentarios