TERELE PÁVEZ, ADIOS


Pues la verdad es que Terele Pávez era una actriz que me caía muy bien.
Era una intérprete singular.
Su caligrafía era única.
Su mirada, su voz, su gestualidad.
Terele Pávez era siempre Terele Pávez pero también era capaz de ser muchos otros personajes en una alquimia que sólo consiguen los grandes.
Lo supo Alvaro de la Iglesia, pero también muchos otros, como Gerardo Vera que nos la regaló en El Cojo de Inishman, creo que una de sus últimas apariciones en teatro.
Pero también tuve siempre la sensación de que era una mujer honesta, una persona de ley. Dedicada a su oficio y a su gente. Aun recuerdo su dedicatoria al recibir el eternamente merecido Goya a su hijo. Una preciosidad llena de corazón.
Tuvo que pasar como tantos por un ataque carroñero de la prensa rosa, intentando buscar más basura, pero gracias a Dios duró poco aunque estoy seguro de que para ella fue doloroso.
Yo siento que se haya ido. Quiero desde aquí decirles a sus seres cercanos que no sólo ellos la admiraban. Que la vamos a echar en las pantallas y en los necesarios.
He encontrado esta foto. Está guapa. Lo era.

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