NOVELA: EL SISTEMA de Ricardo Menéndez Salmón

Seix Barral
328 páginas
También disponible en ebook
Premio Biblioteca Breve 2016

Tengo un buen amigo que alaba mi disciplina en la lectura, el hecho de que prácticamente nunca deje un libro a medias.
Es verdad.
Supongo que se mezcla la curiosidad con el respeto al autor ( dicha disciplina no funciona ante aquellas propuestas tramposas ).
Comento esto porque lo cierto es que lamentablemente, me ha costado terminar El Sistema.
Y digo lamentablemente porque conocía tres novelas de Menéndez Salmón ( La Noche Feroz, Medusa y Niños en el Tiempo ) y las tres me habían dejado un excelente recuerdo.
Esta es diferente desde varios puntos de vista:
En primer lugar el género. No sé si por primera vez, este rastreador del lado oscuro del ser humano, se decide en esta ocasión por la ciencia ficción.
Otra diferencia es la longitud. Las piezas anteriores son breves , la mitad que esta, algo perfecto para su densidad , para poder asimilar un nivel de análisis tan extremo que exige del lector una entrega absoluta, casi estudiosa.
El Sistema es en realidad , más que una aventura, una fábula política. Una historia que comienza con lugares no del todo desconocidos ( el hombre solo en una estación de vigilancia, miembro de una civilización rígida en sus niveles de orden y control ) para caminar hacia un territorio místico en un camino en el que es fácil perderse.
Yo me he perdido.
Me he perdido en la Academia del Sueño, ese lugar donde , no sabemos si como cárcel o como hospital, se le confina.
Me he recuperado ligeramente a bordo del Aurora, un barco donde los en apariencia rebeldes lo llevan, a él y a otros, mientras a su alrededor se desencadena una especie de Apocalipsis.
Y definitivamente , me quedé muy lejos en el tramo final, en apariencia el de los descubrimientos que , en mi caso , acentúa la confusión.
Sin duda está la prosa precisa y constructiva que otras veces nos llevó a sentirnos en una situación de videntes privilegiados del ser humano, y también momentos en que la lucidez de sus metáforas y los aciertos de sus propuestas narrativas , como el caso de los tres cuadernos o de la llamada de teléfono, nos sorprenden.
Pero el conjunto me resulta de una dificultad grande , excesiva.
Asumo como propia mi incapacidad de apreciar esta obra. Su autor me merece todo el respeto del mundo, ya lo he dicho antes , respeto y admiración. En ocasiones somos los lectores quienes no estamos preparados.
La disciplina también implica humildad.
Lo siento, pues.

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