DVD: EL FUTURO de Luis López Carrasco

España 2014
Lucía Alonso. Rafael Ayuso. Queda Herrero. Marta Bassols. Marina Blanco. Manuel Calvo. Sara Campos. Juan Ceacero. Borja Domínguez. Brays Efe. Susana Ford. Luis E Parés.

En el año 1982 se produjo en nuestro país la victoria del PSOE.
Para algunos suponía la realidad de un cambio temido, casi dramático. Para otros, la esperanza de una sociedad mucho más libre, casi una promesa edénica.
No puedo recordar ahora muchas películas que se asomen a esos tiempos desde el punto de vista histórico. El Futuro parece presentarse como tal, y sin embargo yo creo que es mucho más.
En primer lugar , un experimento fílmico radical y coherente; en segundo, una especie de poema visual o, más bien , una de esas canciones de entonces , capaces de crear figuras utilizando palabras y expresiones que hasta entonces estaban proscritas en nombre del buen gusto.
Tras las palabras de agradecimiento de Felipe González en aquella noche triunfal, y con algunos fotogramas de introducción, comienza la fiesta, nunca mejor dicho. Y es que la cinta, de poco más de una hora, es, ( con un intermedio fotográfico y un silencioso epílogo ) la plasmación de una fiesta juvenil en la que vamos conociendo ( observando ) a algunos de sus personajes y captando sólo parte de sus conversaciones.
Que propuesta más radical, repito,  y más sorprendente, sobre todo desde el punto de vista narrativo. Que ensayo tan potente sobre la fuerza de la imagen. Porque es sólo con imágenes como López Carrasco consigue que seamos capaces de percibir muchas cosas:
El encuentro nace todavía anclado en el pasado. No sólo en su estética, sino también en la posición de compromiso político. Esos azulejos, esos muebles, son sin duda un referente de un estilo de vida que tenía que desaparecer; conversaciones sobre  el valor de ETA como grupo revolucionario remiten a una posición en la que sólo ese tipo de lucha justificaba la libertad , el resto eran frivolidades ( creo que ese es uno de los logros a reconocer al Almodovar de entonces ),
Tras el interludio fotográfico, que nos situa de forma brusca en un pasado que , a pesar de reciente parece ya hallarse a años luz de distancia, todo comienza a cambiar. Hasta hay momentos en que , si no volviésemos a reconocer a sus personajes del primer segmento, pensaríamos que hemos cambiado de lugar y tiempo. Vemos incluso alguna situación descarada, donde antes se conservaba cierto pudor. El ritmo de los acercamientos es otro.
Hacia el final se anuncia la resaca. Esa especie de melancolía que habíamos atisbado antes en algunas miradas perdidas, se convierte definitivamente en tristeza.
Y entonces, en el epílogo, aparece el futuro en forma de agujero negro. Y la realidad en unas imágenes grises de edificios en los que cualquiera de estos muchachos podría vivir. Hasta que, ya en silencio, esa especie de postales casi industriales cobra vida , la de un amanecer de esta ciudad que podría ser cualquiera.
Como decía antes, creo que El Futuro trata algo mucho más triste que el desengaño político, para mi, su desesperanza se extiende a esos momentos de juventud que pensamos que nunca van a terminar. A esos sueños de los que siempre se despierta.
Me cuesta no rebelarme contra un mensaje tan negativo, pero también me cuesta no engancharme, sorprenderme y admirar esta película.
Además, me genera cierta ansiedad a la hora de imaginar el futuro que tapa esa mancha oscura. El de cada uno. El de muchos que hemos sido y conocido y que posiblemente también hayamos estado marcados por el mañana.

Público

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