CINE: EL RENACIDO de Alejandro González Iñarritu

USA 2015
Leonardo Di Caprio. Tom Hardy

Ya lo sé: llego tarde.
Pero si quiero disfrutar de esas pequeñas películas que no duran en cartelera más allá de una semana, no tengo más opción que dejar retrasados los grandes éxitos para después.
Lo malo es que ya queda poco que contar sobre ellos que no se haya dicho.
Y eso pasa con El renacido.
Es difícil que alguien no haya leído algo sobre su historia, esta epopeya salvaje de un hombre contra la naturaleza.
También que , en los infinitos anuncios y reportajes con motivo de los Oscars, exista quien no se haya visto sobrecogido por la potencia de sus imágenes.
Queda pues mi opinión.
Pues hayá vamos.
Sin duda Iñarritu es un director fuerte desde el punto de vista visual. Muy capaz de sorprender, de pegar su cámara a la piel o de crear artificios tan consistentes como Birdman. De crear ,en resumen, una cinematografía compleja y en aparente situación constante de búsqueda.
Si la pregunta inicial es si en este caso de nuevo nos atrapa, la respuesta tiene que ser positiva. No es sencillo escapar de la fascinación de su cámara , de esa manipulación constante de la imagen que , en este caso, nos enfrenta a un paisaje salvaje generándonos una verdadera sensación de fragilidad ante su fuerza pero también ante su belleza.
También es habitual su punto desmitificador , bien sea , como en su trilogía desestructurada, sobre los valores de la sociedad contemporánea, bien, como en este caso, sobre la mitología que adorna a los colonos de la América profunda.
Pero lo cierto es que él mismo se convierte en el lastre de esta historia.
No puedo perder la sensación, en sus más de dos horas , de que está poniendo todos sus esfuerzos para hacer algo grande, Hay una grandilocuencia absoluta en cada gesto, en cada toma , en cada momento, como si no se bastase lo narrado sino que fuese necesario subrayarnos de forma continua que estamos asistiendo a una historia inolvidable.
Además, y esta es la parte que más me molesta , adorna el desarrollo con trazos oníricos que pretenden dotar la narración de un misticismo que , en alguna ocasión , llega a rozar lo ridículo.
Ver El renacido es sin duda una experiencia gozosa . Sentarse delante de una pantalla para contemplar y dejarse atrapar por esta colección de imágenes, es visualmente apabullante. Pero no por ello debemos de quedarnos en esa superficie.
Posiblemente , su material, en manos de directores como Ford o Huston hubiese dado un resultado más honesto, donde lo que se buscaría sería una medalla para el público y no para su director.
En cuanto a la interpretación, Di Caprio me parece un actor muy bueno; no sé si por este papel merecía por fin su Oscar , Lo que si tengo claro, es que se merecía unas buenas vacaciones.

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