CINE: CIEN AÑOS DE PERDON de Daniel Calparsoro

España 2016
Rodrigo de la Serna. Luis Tosar. Joaquín Furriel. Luciano Cáceres. Patricia Vico. Raúl Arévalo. José Coronado. Luis Callejo. Marian Álvarez.

Jorge Guarricaechevarria, hay que apuntar ese nombre. Guionista de dos cintas de género tan bien escritas como Celda 211 y El Niño.
Sin duda alguien que domina la acción, el perfecto equilibrio entre humanizar a sus personajes y descargar la adrenalina del espectador, capaz de algo tan difícil como hacer que nos mantengamos en las butacas sin mirar ni una vez el reloj , incluso cuando para ello tiene que inspirarse en algún punto en largometrajes previos ( este puede recordar al Plan Oculto de Spike Lee pero no por ello pierde su capacidad de tensión y sorpresa).
Además, en nuestro cine negro empezamos a darnos cuenta de que contamos con un actor fetiche: Luis Tosar; no es a lo único que se dedica pero su rostro está en prácticamente todas las cintas nacionales que se mueven en el lado más oscuro de la ley y del alma del ser humano.
En este caso, además está especialmente bien rodeado, no sólo por un conjunto de actores españoles de esos que saltan del protagonista al secundario con igual maestría ( ¿ cuantos Goyas en todo el elenco?), sino también de varios argentinos , de los cuales De la Serna y Furriel están absolutamente geniales.
Con estos mimbres, nos metemos en un atraco a un banco en Valencia , de esos que siempre comienzan con todo perfectamente medido pero al que el destino reserva alguna sorpresa. A partir de ahí, se suceden los golpes de timón, los cambios de rumbo y la capacidad que antes he citado para sorprendernos. Todo parece claro y sin embargo, como no, todos parecen guardar secretos. Nada es lineal.
Quizás la trama política y sus referencias demasiado explícitas, así como alguna otra vinculada al propio título, rechinen por obvias. En cualquier caso, no eran necesarias para crearnos la empatía con los atracadores: es algo que termina ocurriendo en todas las películas buenas del género.
Este material, que puede parecer fácil, es delicado. Lo sabían los grandes del cine americano como Fuller o Peckimpah y lo sabe Calparsoro. Por eso lo trata con profesionalidad y mimo, pero también con valentía y atrevimiento, porque en casos como este, lo más peligroso es andarse por las ramas.También extrae lo mejor de unas imágenes tan fuertes como las puertas del banco, con un mecanismo de cierre que parece el de una tumba o unas máscaras absolutamente geniales en su capacidad de convertir a los ladrones en personajes casi mitológicos.
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Impactante, brillante, muy entretenido y de calidad.
Una buena noticia para el cine español sus resultados en taquilla. Sin duda será una de nuestras películas del año.
En el último número de Caiman Cuadernos de  Cine se alababa esta producción; me alegro que se nos quite el complejo frente a ir al cine sólo a entretenernos, es sano.

Público

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