CINE: BONE TOMAHAWK de S. Craig Zahier

USA 2915
Kurt Russell. Patrick Wilson. Matthew Fox. Lili Simmons. Richard Jenkins

Llega, al parecer procedente de gran éxito en el Festival de Sitges, Bone Tomahawk, película inesperada y que sorprende en la unanimidad de elogios que obtiene de la crítica, a pesar de un estreno relegado al mínimo ( empieza a ser tristemente habitual en nuestras pantallas).
Muchos la definen como brillante, otros como creativa, de original, muchos como incuestionable.
Coincido con todo ello pero no tanto en lo que parece haberse convertido en su definición unánime: la mezcla del tradicional western con el gore, se habla de mixtura entre Jonh Ford y Wes Craven.
La historia se inicia, ( tras un prólogo que al final alcanzará todo su sentido ) , en un pueblo del oeste donde, tras una noche de ataque silencioso, una mujer es secuestrada.
Hemos conocido ya a los cuatro hombres que se embarcarán en la epopeya de su rescate , y desde entonces, son ellos y su relación, en unos personajes modélicamente dibujados, los que se convierten en el núcleo de esta historia que no tarda en convertirse en clásica.
Su recorrido durante los días de búsqueda hasta el refugio de los salvajes, podría haber sido filmado por cualquiera de los grandes del género. Trufada de detalles, nos comunica la grandeza de este viaje,  el ser humano contra el fondo del horizonte.
Cuando llega el mal, este sorprende, efectivamente en su crudeza, también en su falta de identificación personal y en lo explícito de sus imágenes, pero no cuesta imaginarse que, muy posiblemente las cosas fuesen así, muy alejadas de la idealización con la que se nos ha mostrado otras veces. Aquí no existen indios buenos.
El resultado es impactante, por supuesto.
Hace unos días hablaba de Deuda de Honor, otra revisitación del género desde la verdad y la poesía. No está lejos esta propuesta, si bien manteniendo cierto aire encantador de serie B.
Creo que, en ambos casos, nos encontramos con dos de las mejores propuestas del año, que no tardarán en convertirse en cintas de culto.
Las dos arriesgan, las dos respetan la tradición aportando una nueva mirada, las dos están fantásticamente escritas y eso es lo principal en ambas. Las dos denotan admiración por el western, ninguna parodia, a pesar de que en la que tratamos, el humor sea un factor importante.
En este caso parecer ser una ópera prima, sin duda veremos a su director en grandes proyectos en los que esperamos que no pierda su marcada personalidad.

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