CINE: VIAJE A SILS MARIA de Olivier Assayas

Francia 2014
Juliette Binoche. Kristen Stewart. Chloe Grace Moretz. Lars Eidinger. Hanns Zischler. Brady Corbet

Ya he comentado muchas veces que este no es un blog de crítica cultural, ni lo pretende.
Es sólo un lugar donde me gusta escribir mi opinión y, en el mejor de los casos, compartirla.
Por eso es totalmente subjetivo, y no busco que sea de otro modo.
Así, hay ocasiones, en que mi valoración está totalmente vinculada al hecho de que algo me ha llegado, a que me he sentido en comunión con su autor, entendiéndole ( o al menos eso creo ) y convirtiendo la obra en algo un poco mío, una experiencia personal de reflexión.
Esto me ha ocurrido con Viaje a Sils María.
Ahora me toca contarlo, y quizás sea esto más complicado que cuando puedo hacerlo desde la distancia. Pero vamos a intentarlo.
La historia, muy bien urdida, tiene puntos reconocibles ( ¿ alguien no ha llegado a pensar en Eva al desnudo?): una actriz en la cuarentena acepta representar de nuevo una obra de teatro que la lanzó cuando tenía 18 años, eso sí, representando otro papel; la situación la enfrenta con el paso del tiempo ( un tema recurrente en Assayas ) y también a una nueva forma de aceptar el estrellato, donde han perdido valor la cultura y el respeto; la que ahora representará su papel de antaño, es una joven inmersa en las peores referencias de las divas teenagers actuales, carne de escándalo y de soberbia.
Este recorrido de incertidumbre interior, tiene su cuerpo central especialmente en la relación de la actriz veterana con su asistente. Una relación muy rica y muy sutil, que puede tener mucho de espejo invertido con la obra que juntas están ensayando y también múltiples matices que no siempre se transmiten de forma explícita ( ¿sabemos siempre claramente lo que sentimos hacia otra persona? ). Dos formas de ver la vida , una más consciente que la otra.
Y es aquí donde me acerco mucho a esta historia.
Creo que Viaje a Sils María habla de nuestra incapacidad para ver, del egoísmo, o del narcisismo tal vez que nos lleva a centrarnos en nosotros mismos , en nuestros miedos, en nuestras inseguridades, y que nos impide ver lo que tenemos a nuestro alrededor; no nos damos cuenta de que aquello que se nos está entregando, quizás no sea lo que queríamos, pero es a lo mejor mucho más. Sólo cuando ya no está, cuando nos quedamos con nosotros mismos, tenemos que ser conscientes, quizás cuando ya es tarde, de lo que hemos perdido por no molestarnos en apreciarlo. Preciosa y triste metáfora el hecho de que finalmente nuestra heroína no llegue a contemplar la belleza de la serpiente, no pueda disfrutar de ese maravilloso regalo de la naturaleza.
Como he dicho antes, la trama está bien escrita y compuesta de diferentes capas, de infinitos matices. Este es también uno de los logros e Assayas, pero lo más destacable es su forma de contarla: sólo he visto tres o cuatro películas suyas pero todas me transmiten elegancia y serenidad, la de alguien que se toma su tiempo, con reposo. En este caso, la naturaleza y los intermedios musicales, colaboran a alcanzar una inmensa y tranquila belleza.
Al contrario que Marie, el sí sabe mirar, escrutando los rostros, con respeto y cariño pero también con minuciosidad, lo que a veces nos hace enfrentarnos al dolor y a la humillación.
Además, hace columna vertebral a una actriz a la que cada vez admiro más, Juliette Binoche, ya una grande, transparente en gesto y forma, capaz de transmitir desde lo mínimo. En este caso, el director le regala un personaje redondo, complejo, una mujer desorientada y egoísta, exhibicionista y necesitada de una atención absoluta, dolida y capaz de entender aunque posiblemente cuando ya es tarde. A su lado, no sería justo no destacar la sorpresa de Kristeen Stewart, la chica de Crepúsculo, en un papel difícil que borda.
Ya lo dije al inicio: es una opinión ( más bien sensación ) personal, pero el hecho es que Viaje a Sils Maria es de las películas que más me han emocionado este año, me he sentido transportado por su belleza, acogido por su honestidad, disfrutando de su historia.
Para mi, una joya absoluta.

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