TEATRO: ANTIGONA de Sofocles

Versión y dirección- Miguel del Arco
Intérpretes- Carmen Machi. Manuela Paso. Angela Cremonte. Santi Marin. Silvia Alvarez. Jose Luis Martínez. Raúl Prieto. Cristobal Suarez

Los clásicos griegos nos han dejado en su dramatización de los mitos, un catálogo absoluto de las pasiones del ser humano, sentimientos tan brutales que sólo podían justificarse aludiendo a la intervención de los dioses.
Es importante por lo tanto ser capaz de interpretar la universalidad de su mensaje y adaptarla al momento, para hacerla cercana y comprensible, pero sin banalizarla. Multitud de adaptaciones conocemos que , utilizándolos como excusa, terminan navegando en una vulgaridad de thriller. Y es que no es fácil elevar la pasión , sea cual sea, a un nivel casi divino, sin sonar ridículo o anacrónico.
El Teatro de la Ciudad, maravilloso proyecto, aborda el reto desde la reflexión y el taller, pero sin despojarlos tampoco de su carácter arcáico y ceremonial.
El resultado es muy potente.
Hablaba el otro día de Medea, la esencia del horror que puede causar un ser humano al que han desgarrado el corazón ( que no sólo contiene amor , sino también orgullo, miedo... ).
Antígona se convierte en un tratado sobre el ejercicio de poder, la norma, la necesidad del orden, la figura del gobernante y su necesidad de investirse de dureza, la figura del rebelde y su necesidad de cumplir también con su rol. El público, el coro, ese pueblo que hay que asumir como mutable... mucho en que pensar y que la versión de Miguel del Arco traslada con una claridad  absoluta y muy bien estructurada.
En ese orden, Antígona es el detonante, el personaje necesario, pero es un personaje lineal desde su inicio, eso sí, lleno de luz en la oscuridad. La evolución, la duda, la profundidad está en un Creonte que es verdaderamente quien carga con la obligación de tomar las decisiones, y en este caso, con el protagonismo de la función ( no recuerdo bien el original y no puedo acertar si esa distribución de pesos está allí o es fruto de esta adaptación).
Creo que es un acierto que el personaje se convierta en femenino, porque la lucha se lleva al concepto, a lo humano sin distinción, eliminando cualquier posible contraste por cuestión de sexo. Además, la interpretación de Carmen Machi es perfecta, digna ya de una de las grandes, de alguien capaz de afrontar cualquier personaje, su palabra es sobria, matizada, medida, poderosa, transparente y por eso terrible.
No es la única. Manuela Paso conmueve en cada una de sus intervenciones y los demás funcionan como el mecanismo de un reloj.Y es que, como ya ocurría en Medea, hay una homogeneidad perfecta, seguramente propia de un trabajo de taller muy desarrollado.
Antígona sobrecoge. También atrapa. Es hermosa por dentro y por fuera.
Al final nos queda la duda ¿ se desencadena la tragedia por la fortaleza de Creonte o precisamente cuando deja paso a su debilidad?.
Miguel del Arco, desde que nos sorprendió, no hace más que crecer. Es un director visualmente plástico en su narrativa , capaz de interiorizar y poner en imágenes cualquier idea.
Y esperemos que el Teatro de la Ciudad no sea sólo experiencia de una temporada.
Gracias a quienes lo hacen posible.

Público

Comentarios