CINE: A CAMBIO DE NADA de Daniel Guzmán

España 2015
Miguel Herran. Antonio Bachiller. Antonia Guzman. María Miguel. Felipe García Velez. Luis Tosar. Roberto Alvarez. Beatriz Arguello.

Dice el debutante director ( y para mi excelente actor desde su descubrimiento en Extasis ), rememorando al parecer a Fellini, que cuando alguien habla de su vida, es difícil no transmitir verdad.
Por otro lado, es bastante habitual que, para sus primeras obras, los creadores noveles acudan a su propia experiencia.
Hay que pensar por lo tanto, que Daniel Guzmán no está lejos de Darío y de su entorno, de las dificultades de una vida en el límite de la pobreza, donde es fácil que se desestructuren las familias, donde los objetivos son difusos y la amistad persiste como el vínculo más fuerte. Donde el mañana lo es de forma literal.
Allí es donde decide ubicar su historia, una historia con muchas aristas, pero que su autor, seguramente por su referencia personal, llena de cariño, de ternura, no sólo hacia la pareja protagonista sino hacia todos los personajes, ninguno juzgado, todos comprendidos. En especial, recordar el hallazgo de Antonia, nada menos que la abuela del autor y uno de los homenajes más hermosos que he visto últimamente. El conjunto es muy rico, con el jefe de taller, el padre, la chica...
Sin ser una feelgood movie ( no podría por su propio fondo ) A cambio de nada es una película muy simpática, muy agradable, en la que es difícil no estar a gusto
A ello contribuye un guión muy bien estructurado y lleno de cercanía pero también, y sobre todo, lo que para mi supone el mayor descubrimiento del film: Miguel Herran, muy bien acompañado por Antonio Bachiller; parece increíble que esta sea su primera experiencia interpretativa, no sólo por su frescura y su absoluta naturalidad, sino también por la cantidad de matices que incorpora. Sin él, la película no sería la misma. Creo que el Goya de este año al Mejor Actor Revelación ya tiene nombre.
Estos dos habitantes ingenuos de un mundo duro, han aprendido de una herencia que posiblemente se remonta hasta nuestro Lazarillo de Tormes , capaz de sobrevivir y de seguir siendo, a su manera, honestos y generosos, también de sonreir y de buscar la sonrisa.
Lo dicho, Daniel Guzmán, tras algunos cortos, debuta en el largometraje con esta obra, demostrando que tiene mucho cine dentro, porque el pulso es perfecto; en ningún momento se huele a aprendiz sino todo lo contrario. Además opta por convertir en comedia lo que en otras manos ha sido tantas veces un drama, un paso que ya comenzó Leon de Aranoa en Barrio , alejándose millones de kilómetros de por ejemplo, Eloy de la Iglesia, porque la misma historia puede mirarse de muchas maneras
Esa sería una de las conclusiones que quiero destacar: la película no excluye en ningún caso la sordidez y la dureza de ciertos temas, sino que consigue mirarla evitando la amargura y dotándola de esperanza, algo muy pero que muy importante.
Espero que Guzmán  siga por esta línea pero que eso no suponga en ningún caso que abandona su carrera de actor.
Espero que A cambio de nada tenga suerte. Lo merece.

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