NOVELA: LA SOLEDAD DE LOS PERDIDOS de Luis Mateo Diez

Alfaguara
584 páginas
También disponible en ebook.

Luis Mateo Diez es sin duda uno de los más interesantes prosistas de nuestro panorama literario.
Creo que ya son varias las ocasiones que he comentado alguno de sus libros, la belleza de su lenguaje, su capacidad artesana de construir con palabras texturas inolvidables, su imaginación que otorga contornos míticos al entorno cotidiano.
No olvidaré los relatos agrupados en La Ruina del Cielo o el humor y la melancolía de obras como La Fuente de la Edad.
Sin embargo, si no recuerdo mal, en el último tercio de Camino de Perdición, su protagonista se veía inmerso en una aventura nocturna entre realidad y sueño, que marcó de alguna manera el camino de su autor hacia un mayor nivel de abstracción. Esta vía se hizo más patente en Fantasmas del Pasado y fue pregnando en gran parte de sus escritos, alejándole de alguna manera de la sencillez narrativa frente a otros derroteros posiblemente más ricos pero también más complejos.
La Soledad de los Perdidos, incide de nuevo en la Postguerra, en un mundo donde de algún modo todos parecen haber sido derrotados porque ninguno es capaz de dominar su destino y asentarse con solidez en el resto de sus años de vida; ocurre todo en una noche y en la Ciudad de las Sombras , un lugar a donde ha huido ya quince años atrás el protagonista y que parece compuesto, a partes iguales , de niebla y de irrealidad: En ese espacio de tiempo, Ambrosio Leda, que no es verdaderamente Ambrosio Leda , recuerda e inventa , es actor o público de diferentes historias , conoce a nuevos personajes y convive con otros que posiblemente nunca lo sean , habla y escucha.... y con él una galería de seres que podrían poblar vidas , cuentos o sólo sueños inacabados, estraperlo , tráfico de drogas , manipulación de la religión ... en definitiva , paseos entre las ruinas.
La oscuridad difusa de Mateo Diez está llena de destellos que iluminan , bocetos cargados de emoción y de vida, pero no siempre es fácil orientarse sin perderse y el tamaño del volumen se hace a veces costoso. Sigue estando su capacidad de crear con cada frase un cuadro, pero en ocasiones es un cuadro abstracto, compuesto de tantos elementos y tan dispares , que cuesta fijar la vista en algún lugar, en ese magma de belleza literaria.
Quizás requiera una lectura reposada , lenta y muy dilatada en el tiempo, y yo he tendido siempre a devorar las páginas.
En definitiva, esta obra me ha alejado de su autor , pero también es cierto, que paradoja, que habría dado mucho por ser capaz de escribir siquiera una de sus páginas.

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