CINE: LAS DOS CARAS DE ENERO de Hossein Amini

UK. 2013
Viggo Mortensen. Kirsten Dunst. Oscar Isaac

El universo de Patrcia Highsmith no es fácil de plasmar en cine, sobre todo porque su nivel de perversidad sucede por regla general en el interior de sus personajes.
Existe una capa exterior de respetabilidad, alterada por la ambiguedad entre el bien y el mal, que termina creando espejos con extrañas relaciones de dependencia.
De todos modos, lo consiguió gente tan diversa como Lilliana Cavani, Win Wenders o Anthony Minghella. Amini sin llegar a esa altura, no desmerece a la autora.
Todo se inicia en un viaje turístico por Grecia donde una pareja de, en apariencia, pudientes americanos, cae o se deja caer, en las pequeñas trampas de un estafador de poca monta con encanto.
A partir de ahí, de un comienzo tan recordable, incluso en adaptaciones de novelas de Agatha Christie, todo se complica y nada es lo que parece.
Por decirlo de alguna manera, ya en ese momento, aparece o se presiente cierto nivel de turbación que, más que al exotismo de la criminóloga inglesa, nos recuerda, salvando las distancias, al Bertolucci de El cielo protector, como si ya entonces supiésemos que esa pareja no encajaba en ese lugar, que estaba condenada a perderse.
Lo mejor que se puede decir de Las dos caras de enero, es que consigue transmitir ese aire malsano que se va filtrando entre los tres protagonistas, que entretiene y que el director hace que las vueltas del guión no suenen previsibles; lo peor, que le falta cierta profundidad para que sus lazos sean y no sólo se cuenten: deberíamos de entender esas referencias a la atracción entre ellos o a su posible, extraña, filiación; como decía en un párrafo anterior, creo que esa sensación de extraños compañeros de viaje es una de las señas de identidad de esta escritora.
En lo que respecta a la interpretación , Mortensen ya demostró en las manos de Cronenberg que puede tener una segunda cara , y Durnst es una rubia que me gusta , que creo que tiene fondo, más allá de ser la compañera del héroe, algo que hizo en ocasiones; Oscar Isaac también se mueve con soltura en este camino desde el vulgar seductor al hombre confuso en una trama que le excede. Ellos contribuyen a redondear el resultado.
Repito, es un buen producto , suficientemente turbio para que Highsmith se sintiese satisfecha.

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