CINE: LA ISLA MINIMA de Alberto Rodríguez

España 2014
Raúl Arévalo. Javier Gutierres. Antonio de la Torre. Nerea Barros. Jesús Castro. Manolo Solo. Salva Reina. Jesús Carroza

La Isla Mínima se abre con una imagen cenital de las Marismas del Guadalquivir, sin embargo llama la atención la similitud de esa geografía, desde ese punto de vista, con la iconografía de un cerebro humano.
Creo que esa imagen tan potente podría servir de marco perfecto para encuadrar este thriller: una historia que se mueve entre un paisaje exterior, las citadas Marismas, y uno interior, el de una sociedad enferma, estrenando la democracia sin librarse de las lacras de la dictadura ( algo más palpable en ese territorio ignoto al que todo tarda en llegar y del que todo el que tiene un mínimo de vida en sus venas, quiere huir ).
Con estos mimbres, Alberto Rodriguez construye una historia oscura de crímenes y secretos y de los dos policías que deben investigar un suceso que, una vez abierto, se multiplica hacia el pasado levantando tumbas. En ese recorrido, también los protagonistas deben encontrarse con algún secreto que creía enterrado.
Como decía al principio, la geografía exterior e interior conviven. Lo brutal y salvaje de esa naturaleza, llena de fango y sombra, se refleja a la perfección en el alma de una sociedad que también tiene mucho de lodazal. No hay concesiones. Ya he dicho que La Isla Mínima es oscura, y lo es de principio a fin, hasta su último segundo.
Lo más desolador es que, si bien su director dice que la historia es totalmente ficticia, a muchos nos recuerda a un horrible crimen perpetrado en nuestro país hace ya tiempo. Desolador confirmar que la historia negra es en ocasiones connatural a nuestro acerbo cultural.
Alberto Rodriguez ya había destacado en buen oficio con 7 Vírgenes, personalmente creo que After tenía demasiado rencor hacia el paso del tiempo, sin embargo, con Grupo 7 demostró una gran capacidad para rodar una película de género con una gran efectividad y muchísimos matices,  integrando perfectamente personajes y acción. Aquí, una vez más, es un muy buen narrador de un género conocido, clásico, y lo hace aprovechando de nuevo un excelente guión que sabe contar sin subrayar e involucrarnos hasta hacer que nos hundamos en el pantano.
La Isla Mínima es un producto excelente en factura y contenido. No hay errores, ni en producción ni en interpretación, con una factura impecable. Otra muestra de lo que puede dar de si el cine español. A la altura, sin duda, de cualquier cinematografía.

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