Jack Gyllenhead. Melanie Laurent. Isabella Rosellini
Pensando en las adaptaciones cinematográficas de novelas de Saramago, se me ocurre que , nadie más cercano a su lenguaje, a la sencillez de sus parábolas, que el primitivismo de Pasolinni.
Sin embargo, es gracioso comprobar que, las dos propuestas que conozco, se mueven en un nivel de sofisticación que, en principio, no puede parecer más lejano a su lenguaje.
En Ensayo sobre la ceguera, Walter Salles se quedaba con la anécdota en un correcto blockbuster oscuro.
Ahora , un director interesante ( Incendios merece la confianza de cualquiera ) se atreve con lo que podría ser una obra menor, si algo de menos pudiese salir de su pluma.
De nuevo, opta por un nivel de imagen complejo, con dobles lecturas , sin embargo, tengo la sensación ( sin tener vivo el recuerdo del texto ) de que esta vez, la aparente traición sirve para acercarse al mensaje real de la obra.
Villeneuve y su guionista convierte esta breve parábola en un relato de terror psicológico, un film breve y magnético, lleno de recovecos. Donde el espectador está siempre capturado y a la espera.
No esta lejos el Dios Araña bergmaniano, ese ser superior al que es imposible amar por su actitud de juego con los humanos, y que aquí parece contemplarnos como quien contempla a los insecto en un laboratorio; esos planos de la ciudad , terribles y vacíos, donde la ansiedad aparece sin que sepamos muy bien porqué. También podemos pensar en el Dios primitivo que exige sacrificios humanos y que nunca estará del todo satisfecho. También en el hombre perdido....
Villeneuve demuestra de nuevo que es un buen calígrafo, que maneja las herramientas y que con ellas puede construir lo que se le antoje
Estoy de acuerdo ( y las críticas más negativas así lo recogían en fecha de su estrenos ) que puede parecer gratuita, artificiosa, pretenciosa.... pero a mi me llega esta historia y me permite abrir puertas sobre las que avanzar , sobre las que pensar una vez transcurrido su metraje.
Sin duda no es perfecta, no está a la altura de su base , pero tampoco muy lejos, creo que es una buena forma de recordarnos que cine y literatura tienen diferentes lenguajes y que , en ocasiones, la mejor forma de acercarse es buscar otro camino.
Público
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