Natalia Tena. David Verdaguer
Alex y Sergi son una pareja como cualquier otra, con proyectos de futuro juntos, hasta que a ella le surge la oportunidad de un año en Los Angeles con una beca.
Separarse es difícil y , lejos de los romances epistolares de otra época, las nuevas tecnologías son una oportunidad de acercamiento, pero también, sin duda, la posibilidad de compartir los peores momentos y las dudas.
La coherencia es algo que siempre aprecio en cualquier obra, incluso exijo, pero asumo que puede ser algo limitativo.
En este caso, el director conforma una película ( asombroso en su madurez que sea una ópera prima ) absolutamente coherente: un prólogo ( para mi lo mejor ) y un epílogo con final abierto, enmarcan una relación a distancia hecha de pequeños retazos de comunicación que sirven para recrear la volatilidad del amor y la inconstancia del ser humano.
Además no existe pasado , no sabemos como se han conocido o cual es el historial de cada uno: sólo están en su presente y es sólo ahí donde vamos a verlos. Tampoco salimos al exterior; al director le interesa narrar el devenir de su relación y no existen entretenimientos, ni terceras personas, de hecho prácticamente todas las escenas son para ambos jun tos hablando o mostrando lo que les ocurre.
Destaca por lo tanto en 10.000 Km la coherencia pero también la minuciosidad de una caligrafía cuidada y compleja en su aparente sencillez, que consigue momentos inspirados pero sobre todo, un aire de naturalidad muy apreciable,algo esto último a lo que aportan mucho sus omnipresentes protagonistas.
Buena.
Público
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