RELATOS: THE DIAMOND AS BIG AS THE RITZ AND OTHER STORIES de F. Scott Fiztgerald

Penguin Modern Classics
240 páginas.

Como la producción novelística de Fiztgerald es relativamente reducida, hacía tiempo que no leía nada suyo; conocía algunos de sus cuentos pero hace ya tiempo que no me asomo a su obra.
Retorno gracias a esta nueva amiga de papel con la que intercambio lecturas, una vez más, se lo tengo que agradecer, porque la verdad es que había olvidado la elegancia de su prosa y la lucidez de sus análisis.
Todos conocemos a Fiztgerald, y a su mujer, Zelda, como los guías de una época, en apariencia dorada, perdida en el hedonismo de una nación que comenzaba a dominar el mundo y quería trasladar su capacidad de conquista a una carrera de presentes, en busca de los placeres más epidérmicos e inmediatos.
Pero había en todos ellos un matiz infantil, casi ingenuo, que los convertía en seres tremendamente frágiles, que en muchas ocasiones terminaban perdidos entre la locura o el fracaso.
No están lejos, ni ellos, ni muchos de sus personajes, de aquellos viajeros de Paul Bowles que terminaban perdidos en las arenas del desierto, superados por la vida una vez que se veían forzados a reconocer que no estaban a la altura del mundo que habían recibido.
Ese es el Fiztgerald cronista, casi dibujante. Sin embargo esta colección de relatos, casi novelas breves, nos trasladan, completan, la faceta del narrador, del contador de historias.
La época del jazz es efectivamente el telón de fondo de los dos primeros, ( The Cut Glass Bowl y May Day )pero con algunas variantes: por un lado, no hablamos del exterior sino de América; lo que puede encajar en la temporalidad de un viaje, es sólo frivolidad en el día a día y difícilmente sirve para cimentar una vida; posiblemente como consecuencia de lo anterior, las dos historias están teñidas de una infinita tristeza, la de aquel que sabe que a la vuelta del camino no le espera un final feliz sino la decadencia.
Tras el desconcertante y divertido relato que da título a la colección, nos encontramos con tres narraciones más , en las que el Fiztgerald narrador, alejado del estereotipo,  está más presente que nunca, demostrando que no sólo era el mismo un personaje, sino también un gran autor.
Excelente idea, terminar con , The Less of Happines una preciosa historia de amor, bañada en melancolía, quizás porque su creador, ese frívolo, ese cínico, sabía que existía el amor, y que era una de las fuerzas más brutales del universo.
Su propia historia, sólo podía llevarle a la infinita tristeza ante el reconocimiento de esa gran verdad.

Público      

Comentarios