TEATRO: LA PUNTA DEL ICEBERG de Antonio Tabares

Dirección - Sergi Belbel
Nieves de Medina. Eleazar Ortiz. Pau Durá. Luis Moreno. Montse Diez. Chema de Miguel

Hace poco almorzaba con un amigo que había cambiado de vida recientemente : de la tensión ( según su apreciación ) de la gran ciudad a la tranquilidad de la costa y una agenda más relajada.
Yo intentaba transmitirle que no comulgaba totalmente con su lectura : en las ciudades también se puede pasear con calma, ir al teatro, leer al sol... es decir, creo que gran parte de nuestros problemas están en nuestra actitud frente a la vida y no necesariamente en estímulos exteriores; sí estoy dispuesto a asumir que , más en la situación de crisis que atravesamos, las fuerzas tiran hacia ese lado, y el ejercicio de tracción para resistirse es más duro, pero eso no quiere decir que no exista la opción de la resistencia.
Hay que tener claro ( y pelear por ello ) que , en la mayoría de los casos , somos nosotros los que elegimos, aunque en muchas ocasiones no nos guste ser responsables. El hecho de dejarse llevar por las circunstancias extrínsecas, es , totalmente , una forma más de elegir.
Creo que de todo esto habla La Punta del Iceberg.
No me parece , como podría deducirse del entorno y el argumento, una crítica al capitalismo feroz , sino un espejo donde nos podemos sentir reflejados. Porque el problema no es tanto habernos subido a la rueda como no tener la valentía de bajarnos y sentirnos absolutamente desasistidos cuando alguien nos empuja y hace peligrar nuestra posición. Posiblemente hayamos convertido el trabajo en nuestra seña de identidad más representativa , muy por encima de nuestra vida familiar o personal.
Uno de los mayores aciertos de este texto, es que no existe ningún tipo de maniqueismo fácil: todos los personajes tienen su desarrollo interior, y todos ellos eligen , por miedo o por ambición , pero a fin de cuentas eligen , muchas veces , como nos ocurre a todos , el camino equivocado. Pero es muy importante ser capaz de asumir la responsabilidad de nuestras decisiones.
Incluso... cuando estas decisiones conduzcan a la conclusión final.
Dice Sergi Belbel en el programa , que no conocía a su autor hasta que le hizo llegar esta obra.
Me tranquiliza no ser el único, porque si no fuese así, tendría que tirarme de las orejas por no haber descubierto antes a un escritor con esta capacidad. Está claro que esta es su primera incursión en el teatro más comercial. Su puesta de largo. Porque creo que a partir de ahora va a tener muchas fiestas a las que acudir.
Me sorprende la arquitectura dramática . El texto se desarrolla en modelo de thriller con un total control de la tensión y un movimiento continuo aunque este se produzca fundamentalmente a través de la palabra. Se dosifica de forma precisa la información, que va haciendo que ante nuestros ojos se conformen los diferentes personajes y sus motivaciones , todos ellos totalmente desarrollados y creíbles.
Como he dicho antes , no es maniqueo, pero otro peligro que sortea a la perfección, es no convertirse en una obra de tesis :es una narración lineal, perfecta, tensa , de una historia y una situación concreta , independientemente de que puedan extraerse de ella lecturas más generales.
Son casi dos horas de buen teatro, pero sobre todo, dos horas muy entretenidas.
En un decorado frío y laberíntico, el director opta por una caligrafía directa y efectista; lo que podría parecer sencillo, tiene realmente la sofisticación de acercarse a una agilidad cinematográfica. 
Todos los intérpretes están muy bien , en su punto justo, pero quiero llamar la atención sobre Nieves de Medina, esta excelente actriz que conocimos en Los Lunes al Sol, no abandona el escenario en un sólo momento, y este es un ejercicio olímpico y fantásticamente resuelto.
En resumen , La Punta del Iceberg es una obra estupenda , un muy buen ejemplo de teatro que entretiene y hace pensar , y también una muestra de que los autores españoles están preparados para afrontar la realidad contemporanea.
No os lo perdais.

Público

 

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