NOVELA: CUANDO LAS PALOMAS CAYERON DEL CIELO de Sofi Oksanen

Salamandra
368 páginas
También disponible en ebook.

Tanto Purga, excelente novela anterior de su autora, como la que ahora nos ocupa, nos sirven para asegurar que nos encontramos ante una escritora valiente, que no teme enfrentarse a temas delicados, a heridas todavía sin cerrar y que, es más, posiblemente piense que plasmar historias en un libro es una buena manera de asegurarnos la necesaria pervivencia de la memoria.
Es una mujer joven, pero parece que eso no le ha evitado ser testigo de como las naciones que antes se encogían tras el telón de acero, intentan levantarse desde su posición jenuflexa de tantos años. También ha visto los daños colaterales, terribles en ocasiones como denunciaba en Purga. Y sabe que la única forma de enfrentarse al presente es conocer el pasado.
Es novelista. Eso no lo olvida.
Por ello, su punto de partida no son las grandes epopeyas o los movimientos sociales, sino como la Historia afecta a los personajes que, desde su normalidad, conforman el sustrato de cualquier país. Son sus pequeñas tragedias o sus dramas cotidianos los que verdaderamente suponen la savia que determina el color de las hojas, la frondosidad o el volumen del árbol.
En Cuando las palomas cayeron del cielo , hay una historia muy ambiciosa; se desarrolla antes y después de la Segunda Guerra Mundial, en una Estonia ocupada alternativamente por los alemanes y los rusos; allí es donde esos tres personajes principales, y todos los que les rodean, viven una maraña de venganzas y traiciones, de amor y de odio, de confusión y soledad, de necesidad; en definitiva, ese magma pegajoso de la guerra, cuando sus víctimas tienen que sobrevivir como sea.
Tiene mucho de gran epopeya, de largo relato lleno de meandros, de película clásica en blanco y negro.
De alguna manera Purga era una novela más concentrada, tanto en acciones como en personajes y en sentimientos, y eso se nota.
Cuando las palomas... es una apuesta más difícil y precisa de una mayor maestría narrativa.
Y aquí es quizás donde encuentro la única pega: no siempre es fácil seguir la historia, en ocasiones porque se dan por conocidos aspectos sobre el desarrollo de la contienda y sus repercusiones políticas que a algunos nos pillan lejos, pero también porque me da la sensación de que falta cierta capacidad para sostener en algunos momentos todas las líneas con el equilibrio adecuado.
En cualquier caso, no cabe duda de que nos encontramos con una novela en muchos momentos apasionante, buena literatura y, sobre todo, un testimonio de un país que ha estado la mayoría de el siglo pasado en una situación de opresión. Recordarlo será posiblemente una condición indispensable para salir adelante.

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