CINE: TURISTAS de Ben Wheatley

UK. 2012
Alice Lowe. Steve Oram

Género, en principio una mezcla entre comedia negra y película de carreteras ( por una preciosa e identificable Inglaterra rural , de clima espeso y frondosa vegetación ). Pongamos de fondo, sin embargo, unos personajes que parecen procedentes en los dramas sociales realistas de Ken Loach. Añadir un poco de gore. Y por último, como siempre que una brutalidad de tal nivel se encuadra en un entorno cotidiano, una atmósfera de absurdo que puede recordar a un Beckett que busca un poco de coherencia.
La mezcla es explosiva.
Podría dar como resultado cualquier cosa, buena o mala, garantizadamente original. En este caso, lo que nos encontramos es sorprendente, inteligente, divertido y muy bien rodado ( ¿ se puede decir que algo tan brutal puede ser elegante?)
Pero...
Sí.. No soy capaz de quedarme con el punto de comedia postmoderna. Creo que es necesario hacer de Turistas un análisis más valiente.
De hecho, me recuerda mucho a una novela que creo recordar fue Booker Prize  : El encierro de las bestias de Magnus Mills. Mucho más que a cualquier sucedaneo de comedia desbarrada con la que se pueda comparar.
Y es que, vamos allá, Turistas me parece una película totalmente desasosegadora. Terrible en su base.
Dos jóvenes, personajes sin mucha suerte hasta entonces, parecen haber encontrado juntos algo parecido a una relación, un pequeño futuro que comenzará con unas vacaciones en autocaravana.
Lo que iba a ser un viaje vulgar y feliz, no tarda en convertirse en otra cosa. Y estos dos personajes se muestran / se convierten en un par de serial killers.
No puedo evitar ver mucho de venganza contra el mundo en sus crímenes; por un lado, dejando claro que ellos no se dejarán pisar por nadie, por otro recalcando que tienen tanto derecho como cualquier otro a ser felices, y van a luchar por ese derecho, aunque para ello sea necesario dejar un reguero de sangre.
Me suena a la venganza de los desfavorecidos.
Pero va más allá: en un final sorprendente, lo que parecía una pareja se convierte en dos individualidades, y quien más sufre, o quien más camino ha tenido que recorrer para llegar allí, es quien vence.
El arma que utiliza el director para hacernos partícipes y cómplices de esa furia es el humor, un humor inteligente, epidérmico y claro. Parece decirnos que si somos capaces de reirnos con los monstruos es porque, cuando menos, los entendemos.
Para llegar a conseguir este nivel de empatía, es imprescindible contar con dos actores tan capaces como los que aquí asumen los papeles protagonistas. Parece ser que son también los autores del guión, no me extraña por tanto su mimetismo con las bestias.
Por último, ya he citado antes, la buena caligrafía visual de su director. Nada que ver con aquello a lo que nos tiene acostumbrados el realismo británico. Destacar especialmente el dominio de la elipsis ( los primeros diez minutos, con la despedida a su madre, y el inicio del viaje, es un ejercicio modélico ).
En fin, en general Turistas me ha gustado mucho. Lo que no sé si me gusta es que me guste tanto.
No se confundan, no intenta ser un Resacón 4 ingles; intenta ser otra cosa. Y lo consigue.

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