NOVELA: EL CEMENTERIO VACIO de Samuel Esparta

Tusquets
280 páginas
También en ebook.

Creo que lo he repetido ya multitud de veces: el género negro es, narrativamente hablando, mi favorito.
Le otorgo, al bueno claro, no sólo un papel de entretenimiento, sino en muchas ocasiones, la capacidad de ser un reflejo de la sociedad en la que se inscribe, con sus secretos y mentiras, sus verdades y certezas, sus creencias, su base de mitología cotidiana.
Cuando disfruté ( y mucho ) de Un muerto más, creí que el hecho de que un escritor tan fabuloso como Ramiro Pinilla se entregase a la novela negra, era algo así como cerrar un deseo de infancia.
No puedo por tanto describir la alegría que me ha producido encontrarme con otro caso de Samuel Esparta y saber que se plantea en forma de serie.
Volviendo al inicio:
El cementerio vacío tiene mucho de crónica social, y también mucho de admiración por los clásicos incontestables del género en América, Hammet, Chandler etc y el cine, por supuesto Bogart ( que acertada portada ).
¿ Como conjugar el paisaje vasco con  las oscuras calles de, por ejemplo, Nueva York? ¿ y los sofisticados criminales de aquellos lares con los nativos de Getxo? el autor utiliza, como en su pieza anterior de la serie, un recurso de metaliteratura inteligente y divertido, convirtiendo lo que podría sonar parodia en homenaje.
Por lo demás, en este caso, hay un ligero giro al modelo británico, Agatha Christie, tendente a juntar sospechosos en diferentes escenarios; quizás falte un poco de desarrollo, lo que hace válido finalmente a cualquier culpable, tal vez en esta el peso político absorba el narrativo, pero en cualquier caso, la creación de tipos es excelente, así como los paisajes, exterior e interior, de escenas y costumbres de un entorno del que el autor no sólo conoce sino que forma parte.
Lo dicho: que sea una serie. Samuel Esparta se lo merece, y nosotros también.

Público

Comentarios