NOVELA: EL GUARDIAN INVISIBLE de Dolores Redondo

Ancora y Delfín
440 páginas

Comenzaré avisando que esta novela es la primera de una saga trilogía modelo Millenium. Posiblemente, si lo hubiese sabido antes de empezar a leerla, hubiese esperado a que estuviesen publicadas las dos siguientes para evitar quedarme, como estoy ahora, en compás de espera, sin saber cuando podré continuar.
Porque, lo digo ya, El guardián invisible es, sin lugar a dudas, una novela que engancha desde su inicio, y que a  medida que avanza, es capaz de ir envolviendo al lector en su tela de araña.
Está bien calificarla de novela negra, pero uno de sus aciertos, es la soltura con la que navega por varios géneros que amplían el campo.
La historia comienza con un asesinato que no tarda en unirse a otros, uno anterior y otro posterior, es decir, un asesino en serie marcado por diversas referencias teatrales. Aquí, como decía antes, sentimos que hemos entrado de lleno en el genero más tradicional, si bien el entorno más conocido , se localiza en Navarrra y el País Vasco.
A medida que avanzamos, el paisaje da la sensación de ir empapando las páginas, primero sólo con sus colores, sus olores y su textura, pero pronto también con sus costumbres, su cultura y, sobre todo, su mitología. Y sin sentirlo, avanzamos tanto que nos encontramos cercanos a una novela oscura, con tintes de inexplicable y algunos pasajes que lo acercan al terror.
Pero su autora también bebe de la saga familiar decimonónica, del género gótico, con secretos familiares que se esconden pero que son la razón y el motor del futuro de los personajes.
Igual que ocurría en la citada Milenium, esta novela se desarrolla en dos niveles:
Por un lado, la historia de los asesinatos, una intriga policiaca que se desarrolla y se resuelve adecuadamente, si bien se puede percibir cierta precipitación final.
Pero al mismo tiempo, se va dibujando un telón de fondo, lleno de referencias y de puertas abiertas que, al no ser consciente de que existía continuación, me sorprendía pensar que pudiesen llegar a resolverse en las páginas que faltaban para terminar el volumen.
Mientras tanto, se va desarrollando el perfil psicológico de una serie de personajes perfectamente dibujados
y creibles en su complejidad. Desde la inspectora Amaia Salazar, protagonista absoluta, a todos los que la rodean.
He hecho referencia en varias ocasiones a la conocida saga Millenium, sin embargo, para mi la referencia más clara es nada menos que mi adorado John Connolly.
Ahora, como he dicho antes, sólo queda esperar, y desear que Dolores Redondo sea capaz de mantener las expectativas y mantener el excelente nivel de esta primera obra de la serie.

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