NOVELA: AMERICAN GODS de Neil Gaiman

Roca Editorial
540 páginas
Disponible en ebook.

Neil Gaiman es un autor que me interesa mucho.
Dentro de la literatura fantástica, me parece uno de los escritores más sólidos y más atrevidos, capaz de generar un mundo propio y de compartirlo con los lectores.
Hay además un aspecto que me divierte y es su diferente carácter británico y americano: tengo la sensación de que cuando escribe para niños, se deja llevar por el primero, siendo sus referentes Dickens y El Fantasma de Canterville, me refiero a obras como la magnífica El Libro del Cementerio o Coraline; sin embargo, cuando decide dirigirse a los adultos, como en este caso o en Los Hijos de Ansi, su vertiente americana se impone y su influencia es claramente la del comic, con una imaginería visual muy potente.
Si antes hablaba de un mundo propio, en el caso que nos ocupa la historia es un salto mortal de cuatro vueltas: nada menos que la gestación de una batalla entre dioses de las diferentes mitologías arcáicas, y los de la sociedad actual ( drogas, televisión, mass media, internet... ) en el paisaje de la Norteamérica contemporánea, todo ello, apuntalado con relatos de antiguas leyendas o actuaciones actuales de personajes de tamaña extravagancia.
Además, el autor no se limita a la exposición de intenciones o a una breve epopeya, donde sería más sencillo mantener el equilibrio, sino que se extiende en una obra de más de quinientas páginas.
El resultado es una novela tremendamente ambiciosa, sin límites y, digámoslo ya, en su mayor parte, lograda.
Es cierto que hay algún momento con una acumulación excesiva de referentes y donde la fantasía se eleva a niveles difíciles de seguir.
También puede reconocerse algún espacio muerto o en apariencia prescindible.
Pero en general, tiene grandes valores:
Cuando la parte fantástica se controla, proporciona imágenes fabulosas, con una creatividad que nos recuerda a una poesía de celofán.
En segundo lugar, es muy importante reconocer que, a  pesar de manejar tantos mimbres, se consigue establecer un argumento sin fugas, perfectamente estructurado en el que encajan todas las piezas y que no deja de sorprender, algo en general nada sencillo.
Por último, y esto es algo especialmente destacable dentro de una novela fantástica, los tramos realistas, o donde el realismo tiene un peso mayor, son narrativa y descriptivamente impecables, capaces de trasladar la sociedad de un país, de compararse con ejemplos clásicos de la gran novela americana.
Posiblemente Gaiman no sea para todos los paladares; su inmersión en el género que representa es tal, que necesita un interés previo por la fantasía, pero para aquellos que, como yo, sí es capaz de disfrutarlo, esta obra se ha convertido ya en un referente, en un clásico.

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