CINE: EN LA CASA de Francois Ozon

Francia 2012
Fabrice Luchini. Ernst Umhauer. Kristin Scott Thomas. Emmanuelle Seigner. Denis Menochet.

Reconozco en Juan Mayorga a un importantísimo dramaturgo, capaz de generar un conjunto de obras que van desde lo histórico a lo metafórico o lo didáctico , teniendo como características comunes ,su control de la estructura, su capacidad de análisis en los conflictos que plantea , su rigor y, por supuesto, rozar la perfección en la captación de la naturalidad y la verdad en sus diálogos.
Vi El chico de la última fila en un Festival de Otoño, y creo que es una de sus obras más conseguidas, de hecho no entendí porqué tuvo una carrera tan limitada, ceñida a lo alternativo.
Por todo lo anterior, no me apetecía ver En la casa, a pesar de la Concha de Oro de San Sebastián y las excelentes críticas. Tenía la sensación de que poco iba a poder aportar  al original. De hecho, llegué a pensar que la mayoría de las alabanzas, se debían al desconocimiento de la pieza de Mayorga, que era  quien entendía merecía todos los parabienes.
Bien.
Pues finalmente, me he decidido, y el resultado me demuestra, otra vez más, que tener ideas preconcebidas no es siempre lo correcto.
Efectivamente, En la casa es una adaptación fiel de la obra en la que se basa, sin olvidar que el cine le ofrece otras posibilidades por lo que se refiere a movimiento y que El chico... requiere diferentes escenarios. No creo que existan grandes variaciones. Pero ese es precisamente su mayor logro: el director es capaz de algo tan maravilloso y tan escaso como la humildad, de poner todo su talento, su sensibilidad y su inteligencia narrativa al servicio del texto, y de esa manera consigue potenciar al máximo todos los matices que nos regala un obra que, repito, roza la perfección.
Y vayamos al contenido: la historia tiene como línea vertebral la relación entre un profesor de literatura y uno de sus alumnos que parece especialmente destacado; a partir de ahí se desarrolla un relato cruzado entre realidad y ficción que habla de las interacciones entre ambas y también del proceso de creación.
Pero no se queda sólo ( ¡ sólo !) en eso; su autor puntúa muchos otros temas , dejando preguntas que cada uno puede responder a su manera o ecos de lo que podrían ser otras historias.    
Se habla de las relaciones paterno filiales, de la importancia de la educación y las dificultades de ser objetivo, de las trampas de la intelectualidad, del arte contemporáneo y lo absurdo de su conceptualización, de los vicios de la clase media, y muy especialmente sobre lo que hoy día supone la "normalidad" o lo especial.
Lo que destaca es que con todo esto, lo que podía convertirse en un ensayo plomizo, se nos muestra no sólo con agilidad y claridad, sino también con un gran sentido del humor que nos tiene continuamente cercanos a la sonrisa y cierto ritmo de thriller que consigue generar un muy interesante nivel de tensión.
Una vez más, esto se consigue a través de la sencillez y la transparencia con la que el Ozon afronta el reto, asumiendo, eso sí, que en esa aparente modestia hay ( ya lo he dicho antes, me repito, lo sé, pero la ocasión lo merece ) mucha inteligencia y mucha sensibilidad.
El resultado, lo dicho, a la altura del original, logrando entretener, emocionar y hacer sonreir y pensar a partes iguales.
Un logro.

Público

Comentarios

manipulador de alimentos ha dicho que…
Lo dicen en una escena de 'Dans la maison' a mitad de la película: es una comedia estúpida, todo esto es ridículo. La película de François Ozon es ñoña en su ventana 'voyeurística' (¡ay qué diría el maestro Hitchcock!), un escape apenas maloliente, que ni siquiera satisface al que lo despide. ¡Mejor nos vamos todos a China! Un saludo!!!
público ha dicho que…
Ok , aquí no coincidimos¡ A mi me interesó la traslación del texto de Mayorga ( aunque quizás funcione mejor en teatro y hubiese preferido un final menos "dramático" ).
Gracias por tus "visitas"
Un abrazo¡