TEATRO: ENRIQUE VIII de William Shakespeare

Compañía Rakatá- Fundación Siglo de Oro
Director- Ernesto Arias
Fernando Gil. Elena González. Jesús Fuente. Alejandro Sá. Daniel Moreno. Rodrigo Arribas. Jesús Teyssiere. Bruno Ciordia. Alejandra Mayo. Sara Moraleda.

Hace unos meses, felicitaba a la Compañía Rakatá por su elección para representar , dentro de las Olimpiadas Culturales en el Teatro Globe de Londres de este Enrique VIII en lengua castellana; también lamentaba el escaso apoyo oficial recibido y me comprometía a ir a verles y aplaudirles cuando llegasen a Madrid.
Una última reflexión a ese respecto: a todos los que leemos sobre teatro, nos ha llegado la noticia de su excelente acogida y la crítica publicada por The Guardian alabando el trabajo: una pena que ningún diario nacional desplazase a alguien ( también existen los corresponsales ) para hacer una valoración de esta pica en Flandes.
Dicho lo dicho, ya han llegado aquí. Me tocaba ir. Y , en el fondo, no podía evitar cierta preocupación : comprometerse a aplaudir algo antes de conocerlo puede sonar a voluntarista , máxime cuando , conociendo en lectura Enrique VIII , no la consideraba una de las piezas bien construidas del inglés.
Pues bien , nada que objetar : ayer noche asistí en los Teatros del Canal a la representación , y no sólo la aplaudo sin ningún tipo de pudor sino que no grité bravo porque a mi esas efusiones me dan verguenza.
Vamos por partes:
En primer lugar, creo que hay un trabajo de adaptación del texto inteligente y limpio, capaz de desarrollar el ámbito narrativo sin perder nada de la excelente creación psicológica de tipos que ha hecho único a su autor . Las dos horas sin descanso se pasan en un minuto y , una historia de todos conocida, consigue apasionar.
Con respecto al montaje, The Globe ofrecía las limitaciones propias de su modelo: un escenario vacío, basado en el modelo clásico de la época, ausencia de efectos, en definitiva una representación basada en el texto y en los actores.
Y en este sentido, pocas veces he visto una representación tan coherente y tan pura.
Supongo que es mérito de su director conseguir otorgar ritmo y movimiento con tan pocos elementos, hay una coreografía  trabajada al milímetro pero apenas visible, capaz de llenar continuamente el escenario; también alcanzan un nivel de homogeneidad perfecto entre todos los intérpretes , cada uno creando su tipo y en algún caso doblando, dentro de los cuales me resisto a destacar a ninguno, no sería justo.
En definitiva , se han limado aquellos problemas que hacían del Octavo una pieza en apariencia menor y se han conseguido potenciar las virtudes que hicieron de su autor un genio.
Repito, como final, algo que ha he dicho varias veces: hoy día es poco creíble que una compañía privada opte por el teatro clásico con montajes de esta envergadura. Merece todos los aplausos.
Pero además, creo que Rakatá, con este montaje, sigue avanzando en ser cada vez mejor. Lástima que nos cueste más trabajo apreciarlo aquí que en Londres.

Público

Comentarios