NOVELA: DIARIO DE INVIERNO de Paul Auster

Anagrama
243 páginas

No sólo es que Auster sea uno de mis escritores favoritos, sino que además, sin que existan razones demasiado coherentes, lo siento muy cercano.
Quizás sea porque , a través de sus novelas, desde sus inicios de rabiosa ficción algo artificial a la absoluta naturalidad lograda con el tiempo, he creído percibir a un personaje que traslada en sus narraciones una gran ternura, una capacidad de análisis que a pesar de su precisión consigue seguir sorprendiéndose ante la oscuridad, una imaginación que se alimenta de los cuentos y que es capaz de generar aventuras cotidianas.  
Con ello, acercarme a un libro como este, me da la sensación de que un amigo me permite leer escritos íntimos, o que, juntos, pasamos una larga velada en una conversación personal, donde, seguramente, encontraremos muchos puntos de encuentro.
El escritor se acerca a la vejez, comienza la tercera etapa de su vida, y desde cierto miedo, desde cierta inquietud, encuentra en ello un buen momento para recordar , para contarnos momentos de su vida, algunos importantes , otros quizás traídos sólo por el hecho de que, extrañamente, han permanecido en la memoria sin, en principio, tener excesiva entidad en apariencia.
Y todo ello, sirve para trasladar , sobre anécdotas y sentimientos, todo lo vivido, la amalgama de cosas que componen la existencia de un ser humano, incluso cuando, mirando hacia atrás, pueda parecer que el tiempo se nos ha escapado de las manos.
Lo que más me gusta de este libro es, por un lado , su sinceridad, la sensación de verdad que existe en cada una de sus páginas.
Pero también la esencia de narrador que conocemos; y es que, a pesar de que sabemos que todo lo que nos está contando es cierto, no deja de estar teñido con una pátina de ficción, como si esa verdad pudiese convertirse por el arte de su pluma en un cuento; una pluma que, por otro lado, como una Scherezade masculina, nos lleva volando, sin que sepamos como, desde recuerdos de la infancia a la pérdida de familiares queridos, desde su preciosa historia de amor a la interpretación de un clásico del cine de misterio.
Diario de Invierno es un pequeño regalo para todos aquellos que hemos disfrutado con las fantasías de este genial escritor que siempre parece hablarnos al oído.
Ahora tengo la sensación de conocerlo un poco más, y de que cuando me acerque a su próxima novela, lo haré de otra manera, disfrutándola más si cabe.
Gracias tío.

Público

Comentarios

manipulador de alimentos ha dicho que…
Uhmmm... Un Auster menor, no acabo de pillar el recurso a la segunda persona cuando habla de sí mismo...