NOVELA: LOS JUEGOS DEL HAMBRE de Suzanne Collins

Editorial Molino
398 páginas

No sé quien empezó. Probablemente podríamos remitirnos a Narnia o El Señor de los Anillos en esa tendencia de crear obras de literatura juvenil que se conviertan en sagas, avanzando en la creación de mundos singulares e invitando a sus lectores a sentirse parte de otra realidad.
Harry Potter o Crepúsculo no han hecho más que adaptar esa dinámica a los nuevos canales de comunicación , y así estas epopeyas se multiplican , no sólo en películas sino también en multitud de páginas web , foros, blogs etc etc creando algo parecido casi a una religión.
Nos llega ahora esta trilogía que se inicia con estos Juegos . Una vez más nos encontramos en una realidad diferente , protagonizada por adolescentes . Y una vez más , tengo que decir que me parece válido.
De acuerdo en que no es literatura excelsa y no sería positivo que , a medida que el lector crece, siguiese limitando sus lecturas a este tipo de obras , pero lo cierto es que mantiene unas cotas de calidad (  no sé si atreverme a decir que Julio Verne , a pesar de tener una imaginación portentosa , nunca me pareció un buen escritor ) y consigue que un joven al que se ha educado posiblemente alrededor de la televisión , tenga un libro en sus manos . De la evolución de sus gustos , será en gran parte responsable quien , aprovechando esta ocasión , se ocupe de servirle de guía.
Si además consigue extender su interés vinculándolo a otras actividades más cercanas a su entorno ( el cine, los videojuegos etc ) mejor que mejor ; todo se integrará de una forma más cotidiana y leer dejará de ser un "rollo".
Por lo que se refiere a este caso concreto, repito que está bien escrito. La realidad paralela se alimenta de gran parte de los intereses de los jóvenes de hoy día ( el cuidado estético, la rebelión etc ) y es suficientemente creativa para mezclar referencias que van desde 1984 a la ya citada Narnia. Se le puede echar en cara cierta elevación en el nivel de violencia . Pero el conjunto es positivo.
Me quedan las dos continuaciones ; no sé si se mantendrá el nivel; en cualquier caso, repito, cuando veo en el metro a un adolescente con uno de ellos, no puedo evitar pensar que será susceptible de , dentro de unos años , estar en el mismo vagón , un poco mayor , y leyendo , por ejemplo, a Paul Auster.

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