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No sé si existe algo que pueda denominarse así como literatura selvática : novelas que se conforman como un conjunto continuo de situaciones, descripciones, personajes... que va tomando forma en una especie de magma que , si como en este caso está plagado de hallazgos, conforman un todo general de gran riqueza.
Aquí, además, a partir de un concepto realista que se puntualiza con noticias de prensa, navegamos también en el límite del absurdo con lo que el aporte de imaginación, al ser más libre, es también más.... ¿selvático ?.
El conjunto es brillante, colorista, plural en sentimientos y emociones, torrencial.
¿ Como se sostiene esto con quinientas páginas?
Porque además tiene una base, no es un cuadro sino una narración, y una narración, nada menos que con un fondo histórico:
Disturbios nos traslada en toda su crueldad, los primeros movimientos del IRA en Irlanda; la percepción de los unionistas; su fuga. Y, como cualquier excelente novela, es capaz, al mismo tiempo, de generar una atmósfera que, como un color de fondo, tiñe todas las páginas, y es algo tan difícil como la atmósfera de la decadencia.
Disturbios es una obra grande, con un tono de humor que puede confundir pero trufada de una carga de profundidad demoledora, posiblemente una de las traslaciones más lúcidas de la caída de un imperio.
Público
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