CINE: THE FIGHTER de David O,Rusell



USA.2010

Mark Wahlberg. Christian Bale. Amy Adams. Melissa Leo.


Sigo aprovechando julio para recuperar vía dvd pelis que se me han escapado a lo largo de la temporada. Le toca ahora el turno a una historia de boxeadores, de lucha, de fracaso y de segundas oportunidades. Y mientras la disfruto me pregunto ¿ pero como he podido estar a punto de dejar al margen una cinta tan buena?

Posiblemente la disculpa pueda ser que no soy un fan del deporte en si y que muchas de las obras que lo tienen como telón de fondo ( Toro Salvaje al margen, por supuesto ) me suenan a demasiado previsibles.

Pero lo cierto es que The Fighter no es netamente una película sobre el boxeo ( como tampoco lo era la estupenda Million Dollar Baby ) sino una película sobre la familia, sobre los lazos que unen a personas no sólo de la misma sangre sino sobre todo que se han criado juntas, y todo ello sin una falsa moral que abogue por la perfección del amor filial sino con la crudeza suficiente para mostrar las esquinas.

En esa madre, en ese hermano y en ese coro ( ¡ que cosa más lograda ! ) de hermanas brujiles, hay pasión pero también mucho egoismo, necesidad de realización e intereses económicos, mucha manipulación. Pero al final, son como un ejército que avanza con un objetivo común.

El guión es capaz de combinar acción con reflexión y, sobre todo, de crear alrededor del prootagonista dos personajes tan potentes como los del hermano ex boxeador y adicto al crack, y la madre castradora con ínfulas de estrella, ambos concentran los mejores momentos y también los más duros , muchos compartidos, como la emisión televisiva del documental. Y , para aguantar el peso, están defendidos por dos actores excelentes, Melissa Leo ( a ver si gracias a Frozen River y a esto la vemos más ) y Christian Bale, que ya lo ha demostrado muchas veces.

Al servicio de todo esto, el director pone la potencia narrativa para extraer emoción, no sólo en los combates en el ring, que consigue que no pesen, sino también en los que se mantienen entre las cuatro paredes del hogar o el gimnasio.

El resultado, ya lo he dicho, un fantástico melodrama, una historia de perdedores que alguna vez tienen que ganar, y cine del bueno, del muy bueno.


Público

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