NOVELA: PURGA de Sofi Oksanen


Salamandra

380 páginas


Cuando tras la caída del Muro de Berlín, comenzaron a abrirse los regímenes totalitarios de Europa del Este, la sensación que muchos tuvimos es que se había corrido un velo de solidaridad y viejos sueños por un mundo más justo, para dejar salir a la luz un paisaje de podredumbre y misería en el que, en muchas ocasiones, el ser humano había perdido toda su dignidad.

A la hora de situar su narración, Oksanen recorre todo el desarrollo temporal de ese veneno:

El inicio donde rapidamente, el juego de la justicia se confunde con el de la venganza y el de las rencillas personales, generando una atmósfera de miedo que no tarda en arraigarse como algo natural.

La consolidación de ese entorno cotidiano de traiciones y supervivencia, de miserias, de escondites , secretos y dolor.

Y la apertura que, como una olla a presión , hizo que todo el mal aprendido, aquel que había servido para no desaparecer, se expandiese con una nueva libertad , convirtiendo el miedo en terror al hacerlo más palpable.

Pasados a olvidar, presentes a subsistir, futuros inciertos. Y un mundo que sigue siendo ajeno y que está dispuesto a cobrarse la piel.

Quizás pueda achacarse cierta acumulación: traiciones familiares, amores contrariados, trata de blancas, terror de estado. Pero lo cierto es que la escritora consigue dotar de verdad tanto situaciones como personajes y, sobre todo, enmarcarlos en una estructura entre presente y pasado que es tremendamente eficaz.

No me gusta el final, algo precipitado, ni las últimas páginas que no aportan nada nuevo de interés, pero hasta ahí, la novela consigue entretener y emocionar , y es comprensible su éxito internacional.

Lo sorprendente, es lo pronto que todo aquello se ha convertido en historia. Es importante que novelas como estas nos lo recuerden, hay cosas que nunca se deben de olvidar: podrían repetirse.


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