CINE: LAS CRONICAS DE NARNIA. LA TRAVESIA DEL VIAJERO DEL ALBA de Michael Apted


USA. 2010
Ben Barnes. Skandar Keynes. Georgie Henley
Hay cosas que no acabo de entender:
Una de ellas es que la megalómana y oscura Trilogía de Los Anillos se haya convertido en un conjunto casi de culto, y mientras tanto las Crónicas Narnianas caminen con más pena que gloria, entre críticas tibias y, a nivel mundial, un muy discutible éxito de público.
Y ojo, que hablo no sólo de la taquilla sino también de la crítica que, en la mayoría de los casos, consideran que Tolkien por fin puede dormir tranquilo.
Precisamente, de donde parten mis dudas es de la adaptación de ambas a la base literaria , y es que si hay que admitir que la Tierra Media era perfectamente retratada en los films de Jackson ( de los que personalmente yo eliminaría unos cuantos minutos y unos cuantos extras ), no es menos cierto que tanto en su tono como en los puntos clave de su narración, los episodios Narnianos han encontrado en estas películas un reflejo aun mucho más fiel.
C. S. Lewis, el creador ( escritor ) de la saga, era un católico convencido que, en forma de parábolas contemporáneas, urdió un mundo desde el que transmitir sus mensajes de lucha contra el mal y valor de la valentía y el sacrificio.
Sus libros están destinados a un público más infantil que la saga Tolkieniana y , consecuentemente, son bastante más ingenuos, pero resultan una verdadera delicia.
Las tres películas que hasta ahora responden a las novelas ( habiéndose saltado El Sobrino del Mago y El Muchacho y el Caballo ), han conseguido no dejarse llevar , más que en algún momento de la primera y en la caracterización de la serpiente de mar en esta última, por la necesidad de aferrarse a un terror visual que la acercase a un público más adolescente; aquí la fantasía es casi siempre blanca, a fin de cuentas es un viaje que no se puede emprender cuando uno crece.
En la que comentamos ahora, se consigue encajar una mayor pluralidad de aventuras que en las entregas anteriores y también una estética brillante y continua en su capacidad de sorpresa.
Por lo demás, es una agradable aventura.
Quiero dejar claro, que no estoy pensando que La Travesía del Viajero del Alba sea una obra maestra ni mucho menos, sino que responde a su origen literario, y que en circunstancias como estas, muchas veces al leer a ciertos críticos , me pregunto si saben de que están hablando.
Consecuentemente, si alguien ha disfrutado con las novelas, también lo hará con las películas.
Público

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