TEATRO/ CIRCO: NEBBIA de Cirque Eloize

En los últimos años, el circo parece haber adquirido categoría cultural, acercándose cada vez más al ámbito teatral. Quizás el Circo del Sol haya tenido un papel especialmente importante a la hora de otorgarle dignidad pero no sería adecuado reducir esta evolución a una propuesta sin duda generalmente lograda pero que cada vez tiene más de industrial.
En Madrid hace ya varias temporadas que tenemos la suerte de contar con el Teatro Circo Price que, tanto en producciones propias como invitadas , nos ofrece un panorama muy rico de todas las posibilidades que van desde la danza contemporanea a las acrobacias más tradicionales.
Es interesante tener en cuenta que incluso el Festival de Otoño incluye en los últimos años espectáculos de circo ( así disfrutamos del único Lang Toi ).
Pero no todo acaba ahí.
Cada vez son más las compañías de todo el mundo que visitan la capital y así podemos gozar de propuestas como Nebbia del Cirque Eloize.
Las principales características del nuevo circo son, en primer lugar, la búsqueda de un sustrato narrativo, y en segundo lugar combinar/ buscar/ primar la estética por encima de la destreza de sus números.
En este caso , el hecho de presentarse en un teatro, limita algo la espectacularidad pero no la intensidad, y además le otorga un sabor diferente.
Y es que Nebbia sabe a añejo, a nostalgia, a antiguo, y tiene los colores de los recuerdos.
Sin demérito de los buenos número, algunos absolutamente logrados, creo que en este caso, para el director prima la estética frente a la visión más tradicionalmente circense, y con este objetivo, se consigue un espectáculo de una belleza absolutamente sobrecogedora, un conjunto de estampas en movimiento que rozan siempre ( espero que no suene a tópico ) la poesía.
Y además, Nebbia suena a fiesta, a juerga mediterranea, a pequeño pueblo cerca del mar donde en ocasiones la niebla diluye la realidad y donde tambnién hay historias tristes y pañuelos blancos que dicen adios.
Estamos pues ante disciplinas que se cruzan , propuestas plurales, sorpresas continuas.
y mención especial merece la iluminación, capaz de crear luz , de combinarla, de pregnarla de tiempo y de sentimiento.
Madrid es ya una capital cultural de primer orden, gracias a ello podemos disfrutar de joyas como estas, que no falten.
Público

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