TEATRO: REALIDAD de Tom Stoppard


Director: Natalia Menendez
Intérpretes: Javier Cámara- Maria Pujalte

Estoy convencido de que Stoppard es uno de los dialoguistas más precisos y posiblemente más inteligentes del panorama actual; tanto sus obras teatrales como sus guiones cinematográficos son verdaderas estructuras donde las palabras están siempre en el lugar adecuado y réplicas y contraréplicas se suceden a ritmo de cuadrícula.
Por eso aunque me guste y en momentos pueda rozar la genialidad, no acaba de llenarme nunca , me parece frío, artificial, y sus grandes disquisiciones suelen recordarme a juegos de intelecto.
Aquí se ha roto el maleficio.
Realidad es posiblemente un texto teatral perfecto en su capacidad para seguir una historia e integrar ficción con verdad. Pero corre el peligro de crear una devoción tal que su representación se centre exclusivamente en dicha perfección intocable.
Natalia Menendez hace un ejercicio de dirección que considero soberbio, y es que frente a la posible montaña rusa opta por ralentizar la representación con tiempos muertos y , sobre todo, regalarles a sus personajes pequeños momentos de soledad que los humanizan . De este modo, todo lo que dicen pasa a resultar cercano, creible , porque sabemos que existe un transfondo de dolor , de busqueda , los hemos visto más allá de lo que se ven ellos mismos .
Con esto no sólo se evita que los actores sean recitadores perfectos del crucigrama sino que además nos permite disfrutar del contenido de un texto hermoso y sabio, superando la epidermis.
Pero este proyecto no sería posible sin otros dos factores :
Por un lado la excelente , regia y articulada escenografía de Alfonso Barajas , que en su forma casi abstracta y absolutamente teatral, consigue colocarnos en un lugar perfectamente indefinido donde se universalizan los conflictos . Un pleno que se conjuga con una iluminación delicada , un movimiento sutil y una música totalmente encajada en el desarrollo.
Y en segundo lugar , unas interpretaciones memorables . La obra la estrenó en Londres hace muchos años Jeremy Irons . Javier Cámara no puede estar más lejos y sin embargo consigue hacer suyo un personaje hasta el punto de ayudarnos a paladear cada palabra , cada concepto. El resto también bien .
En resumen , he disfrutado muchísimo con esta bella historia de amor que de paso nos habla de muchas otras cosas pero, sobre todo, de nuestras percepciones , de lo difuso de aquello en lo que creemos y nuestra necesidad de construir anclajes , de las personas y sus miedos , de la fragilidad y la necesidad.
Una excelente representación de un texto excelente.
Cristina , lo siento, otro pequeño desencuentro.

Público

Comentarios