En los últimos años hemos tenido la suerte de asistir a la recuperación de escritores pérdidos que , vista su obra , pueden sin duda considerarse clásicos .
Estoy pensando en Sandor Marai y en Irene Nemirovsky, de los cuales en alguna ocasión he hablado aquí, generalmente de forma elogiosa.
Tienen varios puntos en común :
Por un lado una producción desconocida ; bien sea por razones políticas o personales , no han tenido el reconocimiento justo a su calidad.
En segundo lugar , lo avanzado de su narrativa , tanto en temáticas como en su capacidad de analizar el interior de sus personajes , ofreciendo un estudio psicológico poco común a su época.
Gracias a Dios se ha producido el milagro y , en estos momentos , como si se tratase de autores contemporaneos, vamos asistiendo poco a poco a la recuperación de sus obras.
Espero que Miklos Banffy se sume a esta corriente.
Sin duda reune las características adecuadas :
Por un lado, era hasta ahora practicamente desconocido; en segundo lugar, el oscurantismo de su obra se debe a censura política y , sobre todo, la calidad de esta primera pieza lo eleva , sin lugar a dudas y de forma inmediata , al Olimpo de los clásicos.
Nos encontramos a principios de siglo en un Imperio Austrohúngaro con problemas políticos derivados de su pluralidad , con una geografía salvaje y , sobre todo, con una clase social alejada de cualquier realidad que no esté enmarcada en sus pequeños lances de honor.
Una aristocracia cuya caducidad sólo asoma lejanamente en la larvada situación de Rusia y en la banalidad de su vida cotidiana .
Un contraste brutal con lo que sabemos espera a la vuelta de la esquina.
A través de un grupo de personajes perfectamente definidos , se nos ofrece un fresco plural y preciso de sus usos y costumbres , de su falsa moralidad y de su poco futuro.
Sus dramas personales , sus ansiedades y secretos y su vacío.
Y así , recorremos duelos, bailes, torneos, noches de casino y viajes , introduciendonos en la trama con la ligereza de un Chejov.
Esta es , según leo, la primera novela de una trilogía.
Espero que haya mucho más . Que Banffy haya adquirido ya su lugar en este renacimiento de clásicos olvidados.
Público
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