NOVELA: EL MAESTRO DE ALMAS de Irene Némirovsky

En los últimos años, la editorial Salamandra nos ha regalado la recuperación de las obras de dos autores no demasiado conocidos pero describibles como perfectos clásicos: me estoy refiriendo a Sandor Marai, de quien ya he hablado aquí en alguna ocasión, y a Irene Nemirovsky.
La que ahora nos ocupa se presentó con la que se supone es su obra maestra , Suite Francesa, efectivamente una novela excelente; obra coral con la que a través de un grupo hetereogeneo de personajes, asistimos a los terribles efectos de la guerra en vidas tan diferentes.
Luego, cn El Ardor de la Sangre, nos presentó un drama rural perfectamente estructurado.
Ahora , con El Maestro de Almas, nos enfrentamos a una pieza que, si bien no llega a la altura de la primera , sí completa uno de los personajes más complejos de la última literatura.
Sobre todo, Kemirovsky regresa aquí a lo que son dos de sus características principales:
En primer lugar una destreza narrativa que nos lleva a fluir por sus historias como llevados por la corriente; sorprendentes pero comprensibles, los giros de cada capítulo nos hacen recorrer la historia de la cruel y mezquina Francia de entreguerras.
En segundo lugar su capacidad de introspección psicológica que crea personajes llenos de matices, con un fondo tan humano que nos hacen llegar tanto sus debilidades como sus fortunas.
Con esos mimbres , la autora elabora otra de sus narraciones , libros que cuentan historias, que las enmarcan en el escenario de la Historia, que justifican por si mismas la literatura.

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