En seis o siete momentos de esta delicada película , entra suavemente el sonido melancólico de una guitarra , punteando imágenes que tienen mucho de subjetivo, que nos recuerda que estamos ahí, contemplando una historia.
Creo que la función de esos ligeros apuntes , es la de recordarnos la corriente de sentimientos que yace bajo las conversaciones , los movimientos y , en definitiva , el devenir cotidiano de esta familia en veinticuatro horas de su vida .
No debemos olvidar que nuestra vida en comunidad se forma a base de diálogos , frases e intercambios en las que a veces asoma algo de la profundidad que existe en todos los seres humanos . Que esas simas no afloren de forma continua a la superficie no quiere decir que no existan y , la sabiduría de esta película , esta en recordárnoslo dentro de un equilibrio prácticamente perfecto.
Son tantas las cosas que ocurren sin que ocurra nada , tantas las historias larvadas de cara a un futuro más o menos probable, tantas las formas de afrontar el pasado y de estar en el presente , tantos los sueños . Y todo ello se cruza en el entorno de una familia , donde los lazos son más ferreos o al menos existe una corriente de aceptación que muchas veces deriva en el silencio.
Y así, durante una hora y media , contemplamos como testigos privilegiados esta hermosa reunión llena , soprendentemente llena de vida.
Ni siquiera es Chejov , aquí nunca estalla el conflicto.
Hay un momento mágico en las alas de una mariposa , y si lo es es porque estamos convencidos de que es cierto.
Imágenes de pérdida , de vacio .
Tal vez para recordarnos también que todos estamos un poco solos , pero que siempre merecen la pena los demás.
Público
Creo que la función de esos ligeros apuntes , es la de recordarnos la corriente de sentimientos que yace bajo las conversaciones , los movimientos y , en definitiva , el devenir cotidiano de esta familia en veinticuatro horas de su vida .
No debemos olvidar que nuestra vida en comunidad se forma a base de diálogos , frases e intercambios en las que a veces asoma algo de la profundidad que existe en todos los seres humanos . Que esas simas no afloren de forma continua a la superficie no quiere decir que no existan y , la sabiduría de esta película , esta en recordárnoslo dentro de un equilibrio prácticamente perfecto.
Son tantas las cosas que ocurren sin que ocurra nada , tantas las historias larvadas de cara a un futuro más o menos probable, tantas las formas de afrontar el pasado y de estar en el presente , tantos los sueños . Y todo ello se cruza en el entorno de una familia , donde los lazos son más ferreos o al menos existe una corriente de aceptación que muchas veces deriva en el silencio.
Y así, durante una hora y media , contemplamos como testigos privilegiados esta hermosa reunión llena , soprendentemente llena de vida.
Ni siquiera es Chejov , aquí nunca estalla el conflicto.
Hay un momento mágico en las alas de una mariposa , y si lo es es porque estamos convencidos de que es cierto.
Imágenes de pérdida , de vacio .
Tal vez para recordarnos también que todos estamos un poco solos , pero que siempre merecen la pena los demás.
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