Katia Kavanova - El sonido del agua

La ópera es gracias a Dios , cada vez más teatral. Grandes directores de escena e incluso directores de cine han encontrado en ese campo un nuevo marco para sus propuestas . La música es sin duda lo más relevante pero la escena cobra cada vez más peso y se abre a ejercicios experimentales.
Yo voy a hablar de la parte teatral de Katia Kavanova , y de un director : Robert Carsen.
En su debut en el Teatro Real sorprendió hace unos años con su apuesta minimalista y narrativa de Dialogos de Carmelitas , recuerdo la fuerza de los movimientos de masas que actuando como cortinajes recorrían el escenario, fue una representación inolvidable pero creo que aun así no estaba preparado para la fascinación de Katia Kabanova.
Y es que esa es la palabra que describe la sensación que ayer noche tuve asistiendo a esa representación : fascinación, hipnosis, magnetismo.
Antes utilicé la palabra "apuesta" y creo que eso define perfectamente la manera de actuar de este genio . Carsen apuesta por una idea y la lleva hasta sus últimas consecuencias . Lo que en algún punto lo limita , consigue hacerse inolvidable en su conjunto.
Katia se llena del Volga ; esas mujeres de blanco , que como otras ahogadas nos guían y manejan el excaso escenario, dan paso a una representación que transcurre por el ámbito de los sueños . Los reflejos del agua , las ondas que nos trasladan con excelsa suavidad el interior de sus personajes acompañando siempre a la música .
La belleza llega a subyugar, son pinturas en movimiento.
Después del entreacto, en los últimos veinte minutos, nos espera lo mejor de la función . La tormenta , creación mágica , y el remedo de la pasión que suponen esas dos pasarelas paralelas , condenadas a no cruzarse nunca.
La noche de Madrid era fría . A la salida había silencio. Supongo que , de algún modo, todos teníamos dentro algo del calor de esa experiencia.

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