Kampillo y La Paz Perpetua- Dos textos de Autores Españoles

En la última semana he disfrutado de dos montajes bien distintos de autores españoles, Pepe Ortega y Juan Mayorga, Kampillo o El Corazón de las Piedras y La Paz Perpetua. Dos formas totalmente diferente también de nacer al público:
Kampillo es una obra de origen meritorio, nace en la tristemente desaparecida Sala Itaca , un entorno de no más de 6o espectadores, y con la ambición de , a través de varios personajes , atravesar los últimos años de la historia de nuestro país. Dos hermanos , unos Cain y Abel que llegan a perdonarse y quererse, la mujer de uno de ellos, un nuevo amigo del otro y un recuerdo del pasado, son suficientes para hablarnos de ciertos fanatismos acios , de la fragilidad de ciertos entornos familiares y de los sueños.
Kampillo es un texto limpio, derecho, ágil, con humor . Sin excesos ni efectos, narrativo desde los acontecimientos más cotidianos. Y además está bien interpretado, en la misma línea de sobriedad, con muchas tablas.
Sin embargo,una vez trasladado por dos semanas al Teatro Lara ( que buen detalle teatral ) el montaje creo que habría necesitado cierta adaptación : lo que en una sala alternativa ( benditas sean ) encaja, en un teatro de mayor voluen puede quedar pobre, y esa sensación se va incrementando en los más de cien minutos que dura. Siempre se disfruta el texto, el olor a buen teatro, a mucho trabajo.
Y la esperanza de que siempre exista una Itaca en otra dimensión en la que podamos descansar gracias a la poesía y, sobre todo a los poetas.

En La Paz Prpetua me ocurre lo contrario:
El montaje es tremendamente efectivo y efectista, las luces , los colores , los sonidos y , sobre todo , la dirección de actores , la coreografía animal, el movimiento. La dirección de Jose Luis Gómez es experta.
El texto en cambio me ha confundido.
Admiro a Mayorga , ser capaz de escribir obras como Hamelin (Que excelente montaje de La Abadía ) , El Chico de la Ultima Fila o Himelweg cualifican a cualquiera como un excelente dramaturgo.
Sin embargo, esta Paz no me parece másque una metáfora alargada, un texto que no avanza sino que da vueltas en círculo entre prueba y prueba , sólo sostenido por el recurso del humor, y al final un dscurso didáctico que no seré yo quien califique de ingenuo pero que parece ser la justificación de toda la pieza.
Está bien , muy bien escrita , y por lo tanto se escucha con agrado, sin pesadez. Pero es poco para un autor de ese nivel.

Las dos obras merecen ser vistas aunque por distintas razones . Que gusto poder tener dos textos de autores españoles contemporneos en cartel.

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