Delirio a Duo- Ionesco

Hace unos años descubrí a un Ionesco que sólo estaba en mis lecturas gracias a la versión de Yllana de La Cantante Calva : el absurdo como poesía surrealista, mensajes lúcidos como hebras en un discurso general hilarante pero avanzando siempre como un relato anarquico, libre.
La representación que disfruté en el Alfil me parecó perfecta.
La pequeña Sala de la Princesa del María Guerrero es un entorno íntimo, extraño, especial, en el que entramos como en una guarida donde ver un evento único, cercano y limitado a unos pocos privilegiados , como una ceremonia.
El escenario es difícil y flexible, si en Carta de Amor y en el Sr Ibrahim estaba conseguido, aquí es fantástico. Con dos aberturas laterales entramos en un saloncito decadente de casa de muñecas , lleno de detalles ,de toques anacrónicos que nos acercan al absurdo.
El texto, un logro delicado, inteligente , donde la guerra interior de una pareja se refleja en la guerra exterior que va poco poco introduciéndose no sólo en la mente de sus protagonistas sino también en el escenario. Un divertido dialogo donde pueden confundirse un caracol y una tortuga y donde atisbos de una ternura romántica conviven con la crueldad del paso del tiempo.
Todo este pequeño gran espectáculo está dirigido con puntillismo por un director que entiende las necesarias intromisiones de la imaginación y, sobre todo, que auna a dos actores en estado de gracia. Con sus voces, sus miradas,sus gestos, cualquier cosa es creible: caracol o tortuga.

Público

Comentarios